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Matt Damon, protagonista de "Contra lo imposible": "No había visto un guion que capturara la esencia de este relato"

La cinta, también conocida como "Ford v Ferrari" y dirigida por James Mangold, llega este jueves a las salas chilenas.

05 de Diciembre de 2019 | 06:20 | Redactado por M. Álamos, Emol
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Cactus Medios
Este jueves llega a los cines chilenos la esperada película "Contra lo imposible" ("Ford v Ferrari"), cinta que recaudó 31 millones de dólares en su debut en Norteamérica.

Este drama de James Mangold obtuvo buena crítica, y se especula que los protagonistas Christian Bale y Matt Damon podrían ser nominados al Oscar.

La película cuenta la extraordinaria historia real del visionario diseñador de autos estadounidense Carroll Shelby (Damon) y el audaz piloto británico Ken Miles (Bale), quienes lucharon juntos contra la interferencia corporativa, las leyes de la física y sus propios demonios personales para construir un auto de carrera revolucionario para Ford Motor Company y enfrentarse a los autos de carrera dominantes de Enzo Ferrari en las 24 Horas de Le Mans en Francia, en 1966.


- En la película hay una gran presentación de Carroll Shelby cuando sale de su auto en llamas y exige que lo rieguen con la manguera. ¿Qué sabías del hombre cuando aceptaste participar en el proyecto?

- "Bueno, en los últimos diez años, más o menos, hubo versiones distintas de este proyecto, así que la historia me era familiar. Pero no fue sino hasta que leí esta, con este grupo de personas, como Jim [Mangold] y Christian, ya vinculados, que quedé convencido. De tal forma, empecé a ver documentales acerca de Shelby y a leer acerca de él. También hablé con un grupo nutrido de gente, porque muchos lo conocieron en su vida social. Mucha gente me lo describió como un hombre que podía venderte cualquier cosa".

Crédito: Cactus Medios

- ¿Qué cambió en esta versión de la historia que hizo que te sumaras al proyecto?

- "Es una historia asombrosa, pero ninguno de los tratamientos anteriores la había condensado de la manera en la que este lo hizo, de una forma con la que mucha gente se podría sentir identificada. Hubo versiones en las que le daban énfasis a todo el grupo de pilotos e ingenieros, y hubo otras que me parecía podían contarse en un formato más largo, quizás a lo largo de diez episodios en televisión. Pero para un largometraje, dos horas y media en tres actos, no había visto un guion que capturara la esencia de este relato tan increíble. Y la manera de sintetizarlo, hasta centrarse en estos dos tipos, hasta centrarse en la amistad entre Miles y Shelby, me pareció que era la adecuada para hacerlo. También la sentí muy relevante, porque mostraba la universalidad de esta amistad. Su historia es la clásica del que las lleva todas de perder. En ciertas formas, estos dos tipos eran muy distintos, pero les preocupaban las mismas cosas -las cosas más importantes-, así que forjaron este vínculo que les permitió ser mejores que la suma de sus partes. Se peleaban como hermanos, se podían desquiciar el uno al otro, sacarse de sus casillas, que es algo con lo que, siento, ¡mucha gente se podría sentir identificada! Pero también hicieron equipo para alcanzar una grandeza genuina".

Crédito: Cactus Medios

- Has tenido una experiencia vasta como conductor en películas, pero en esta no tienes mucha oportunidad de hacerlo, toda vez que Shelby se encarga de los boxes y Miles hace toda la conducción. ¿Te resultó frustrante ver a Bale allá afuera, en la pista? ¿O te ayudó a introducirte en la mentalidad de Shelby?

- "Sí, desde luego que ayudó en ese sentido. Fue doloroso para Shelby estar ahí, sentado, viendo a todos los demás hacer la cosa que tanto amaba. Y me parece que Jim hizo un gran trabajo al momento de capturar eso en la película. No me puedo imaginar que te digan repentinamente, cuando no has terminado tu carrera, como fue su caso en 1960, que tienes que dejar la cosa que más te apasiona hacer. Lo que está en juego para ambos personajes es muy grande, porque Miles estaba al final de sus días como piloto; también ya estaba más viejo, y nunca había alcanzado los niveles a los que pudo haber llegado debido a que su personalidad se interpuso en el camino. Era una última oportunidad para él, y, al mismo tiempo, fue una oportunidad para que Shelby emprendiera otro camino, que fue lo que a la postre hizo; convertirse en el nombre preeminente de la industria automotriz de los Estados Unidos, que lo llevó a fundar toda esta compañía, toda esta marca, en torno a su nombre. De tal forma, estos dos tipos estaban poniendo todo en juego cuando llevaron a cabo esta historia asombrosa. Lo que consiguieron juntos fue increíble, pero, en aquel entonces, eso estaba lejos de ser una conclusión ineludible".

-¿Qué tanto sabías de esta época del automovilismo cuando te uniste a la película? ¿El haber hecho esta película te dio un respeto nuevo a los riesgos a los que se sometían estos hombres en aquel entonces?

- "Sin lugar a dudas. Para mí fue un shock porque, de hecho, no era un gran aficionado al automovilismo, así que no sabía mucho al respecto. Y en esta época, cuando estos tipos lo estaban haciendo, era un deporte para nada supervisado, donde no había protección alguna. Y me refiero a nada supervisado [risas]. Es increíble lo que hicieron. Digo, en el GT40, ¡los tanques de combustible estaban en las puertas! Estos hombres estaban sentados, en esencia, en bombas. Estaban rodeados de gasolina y poniendo el motor más grande en las cosas más ligeras que pudieran. ¡Y los frenos eran las partes más endebles de estos autos! En la actualidad, los frenos son lo más sólido que hay. Cualquier coche al que te subas, puedes pisar el acelerador al máximo y si presionas los frenos al mismo tiempo, éstos se sobrepondrán a tu motor y detendrán el coche. Pero con estos pilotos, era lo opuesto. Estaban sentados en estos cohetes y no estaban seguros de poder detenerlos. Los frenos se calentaban y derretían, con estos pilotos manejando a 370 kilómetros por hora por la recta Mulsanne en la pista de Le Mans, para eventualmente frenar y tomar una curva. De verdad no me puedo imaginar hace eso y no estar completamente seguro [ríe] que voy a poder detenerme. Es notable la valentía que necesitaron. Era un negocio muy serio".

- ¿Cómo le venderías esta película a alguien que no le gustan las películas de automovilismo?

- "Bueno, les diría, '¡Yo tampoco estaba interesado en películas de automovilismo!'. Esa no es la razón por la cual hice esta. Me parece que te puedes identificar mucho con la historia.


Crédito: Cactus Medios

- ¿Cómo fue trabajar con James Mangold? Christian ya había trabajado con él antes, ¿te resultó fácil estar en su misma sincronía?

- "Me encantó por completo. Conozco a Jim desde hace más de veinte años, cuando lo visité en uno de sus sets. Y desde entonces he querido trabajar con él. Siempre ha hecho películas maravillosas, pero ahora que ya tiene mucha más experiencia sabe exactamente por qué está rodando lo que está rodando. Sabe con precisión qué necesita, porque ha pasado cientos de horas en una sala de edición. Así, todo lo hace en storyboard, y, al mismo tiempo, permite que haya espacio para lo que podría necesitar más adelante.

- Esta película también presume entre sus filas a algunos de los hijos de los pilotos de la vida real que estuvieron ahí, en 1966. ¿Tuviste la oportunidad de convivir mucho con ellos?

- "Sí, muchos de ellos estuvieron en los boxes. Me parece que, sin lugar a dudas, fue muy especial para ellos en su momento haber hecho esto, compadeciendo a sus padres, estar de nuevo con ellos de esa manera, ¿sabes? Con tan solo haber estado ahí…digo, yo perdí a mi padre hace dieciocho meses y no me puedo imaginar… Ponerte el traje e interpretar a tu papá en una película… Me daba la impresión de que estos hombres lo estaban apreciando mucho. Apreciar el que hayan tenido la oportunidad de hacerlo. Fue algo muy especial de observar".

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