La ciudad alemana de
Leipzig tiene mucha relación con la historia de la música clásica. Allí vivieron grandes compositores como Johann Sebastian Bach, Felix Mendelssohn, Robert Schumann y Richard Wagner. Fue precisamente eso lo que
motivó al chileno Sebastián Camaño a elegirla para continuar sus estudios de música y dirección orquestal.
"Es una ciudad
cargadísima de cultura", afirma Camaño a
Emol.
El chileno llegó a vivir a Leipzig junto a su pareja en marzo pasado, luego de hacer una pasantía en Suiza gracias a una beca de la Fundación Ibáñez Atkinson. Llegaron a la ciudad
poco antes de que esta se cerrara por la pandemia del coronavirus. "Alcanzamos a ver una ópera en el teatro donde cantaba un amigo chileno, Álvaro Zambrano, y después de eso empezó a ser más serio el tema del coronavirus.
Estuvimos hasta mayo más o menos encerrados", relata.
Durante el período de confinamiento,
Camaño se mantuvo trabajando tanto con músicos chilenos como europeos, grabando videos y haciendo transmisiones vía streaming. Y fue entonces cuando
surgió la idea de montar la ópera "Rita" una vez que se relajaran las normas de confinamiento y reunión en Leipzig.
El gestor de la iniciativa fue Ugo D'Orazio, jefe de Álvaro Zambrano, quien aceptó que
Sebastián Camaño se hiciera cargo de la dirección musical. "Yo propuse la forma de hacerlo
con un pequeño grupo de cámara y ahí contacté a amigos chilenos", explica el músico.
Crédito: Luca Migliore.De esta manera,
el elenco quedó conformado por 11 personas, de las que cinco eran chilenos. Estos fueron Álvaro Zambrano (tenor), María Fernanda Espinoza (violín), Joaquín León (viola), Miguel Millanao (cello) y el propio Camaño en la dirección.
Para montarla eligieron un cine al aire libre ubicado en una ex fábrica de textiles. "Es como un gran centro cultural, algo así como la Estación Mapocho de Santiago", explica Camaño.
Asimismo,
tuvieron que pedir un permiso al departamento de salud local para cumplir con las normas de distancia con el público, entre los músicos, etc. Además,
solo podía asistir un número limitado de personas.
El músico explica que
eligieron presentar la ópera "Rita", del italiano Gaetano Donizetti, porque
tiene una extensión de 55 minutos y solo tres cantantes. A grandes rasgos -señala Camaño- la historia trata de "una mujer que piensa que su marido está muerto y después se entera de que no es así".
"Es entretenida, es bien machista también, pero es la forma satírica del humor italiano para reírse de los problemas", sostiene el chileno.
Montaron algo de escenografía y la música estuvo a cargo de un quintento de cuerdas más piano.
Crédito: Luca Migliore."Fue genial porque en muy poco tiempo se vendieron todas las entradas. Hicimos dos funciones y fue la prensa, nos hicieron críticas súper buenas, porque la producción fue algo totalmente independiente. También hicieron una fuerte crítica a las instituciones de la ciudad por no haber hecho algo similar", afirma Camaño.
"Fue un proyecto muy, muy bonito", agrega, sobre todo porque gracias a él pudieron volver al escenario, al contacto con otros músicos y con el público, en un contexto difícil.
"Fue un trabajo súper grato con artistas de muy alto nivel", insiste, y asegura que aunque estarían "encantados" de repetirlo, tienen claro que todo se dio en un contexto de excepcionalidad porque todos los músicos estaban en unas "vacaciones forzadas" y disponían de tiempo para hacerlo.
"Lo hicimos el 17 de julio, justo el fin de semana antes de salir de vacaciones. Esperamos que se pueda repetir, hay intenciones de algunas personas, pero no hay nada concreto y tenemos que ver si es factible también", señala el músico.
Mientras tanto, Camaño retomará lo que originalmente lo llevó a Leipzig: sus estudios. "Ya estoy en contacto con algunos maestros para volver a las clases que era el objetivo principal. Yo creo que por lo menos voy a estar unos cuatro años acá", concluye.
