El artista belga Jan Fabre fue condenado este viernes por un tribunal de Amberes (norte de Bélgica)
a una condena de dieciocho meses de cárcel con suspensión de pena por
violencia, acoso, comportamiento sexual inapropiado en el lugar de trabajo y
atentado al pudor contra una persona.
El Tribunal Correccional de esa ciudad
consideró probados seis de los 12 cargos que se le imputaban a Fabre y fue absuelto de un séptimo, indicó la agencia de noticias Belga.
Parte de los hechos por los que había sido procesado habían prescrito, mientras varias partes civiles, entre ellas el Instituto para la Igualdad de Mujeres y Hombres, serán indemnizadas.
Además,
el artista flamenco también se ve privado de sus derechos civiles durante cinco años.
Según la sentencia,
Fabre se acercó personalmente en repetidas ocasiones a las jóvenes bailarinas de su compañía de danza y teatro, Troubleyn,
y tuvo un comportamiento sexual.
También las humilló y, aunque no era la intención, debería haber sabido que su comportamiento podría ser ofensivo.
El artista fue condenado a una
pena de prisión suspendida para que fuera "consciente de la gravedad de sus actos y de sus consecuencias para las víctimas", según la sentencia.
La suspensión de la pena debería tener un
efecto disuasorio para el futuro, según los jueces.
El tribunal rechazó igualmente los argumentos de la defensa de Fabre de que él no era el director de la compañía, y consideró de hecho que el funcionamiento de Troubleyn gira en torno a él y a sus exigencias artísticas.
Fabre es también quien decide la contratación de bailarines y el reparto de papeles y, además, no hubo una distinción clara entre el trabajo dentro de Troubleyn y las
sesiones de fotos de desnudos que Fabre organizó personalmente con algunas bailarinas, según el tribunal.
Por otra parte, quedó probada la
agresión al pudor a una de sus anteriores empleadas, que fue víctima de un
beso no consentido.
La defensa del artista dejó claro no obstante que la sentencia no ha recogido la visión "caricaturesca de tirano" que se le atribuía, y subrayó que tampoco quedó reflejado que ese tipo de comportamiento estuviera sistematizado en la empresa.
En septiembre de 2018, un grupo de 20 trabajadores acusó a Fabre de acoso sexual y "comportamientos sexistas e inapropiados" en el seno de su compañía de danza y teatro.
Las obras -principalmente dibujos y esculturas- de Jan Fabre,
uno de los artistas belgas más conocidos en el extranjero, han sido expuestas regularmente en Europa, desde Venecia hasta París y San Petersburgo.
En 2002, cubrió el techo del Salón de los Espejos del Palacio Real de Bruselas con 1,4 millones de élitros de escarabajo con reflejos azules y verdes, una de sus obras más conocidas.