En el último tiempo el actor ha protagonizado una seguidilla de incidentes, por agresión, acoso e incluso robo.
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Además de pedir disculpas por su comportamiento y asegurar que iniciará un tratamiento psicológico que lo ayude a salir adelante, el actor Ezra Miller estaría tomado otro tipo de acciones con tal de conservar su papel en "The Flash", donde es el protagonista.
Según la revista "Vanity Fair", la situación legal de Miller ha empezado a calmarse y los cargos que enfrentaba –por agresión y robo, entre otros– han desaparecido. Sin embargo, esto no se debe a que el actor haya sido encontrado inocente, sino a que él y su equipo legal les estarían pagando fuertes sumas de dinero a sus presuntas víctimas con el fin de que retiren los cargos en su contra.
En un extenso reportaje que publicó la revista, señalan que tuvieron acceso a un acuerdo de confidencialidad entre el actor y uno de sus demandantes; y pudieron hablar con tres fuentes, no identificadas, quienes mencionaron una estrategia denominada "Whack A Mole", en que todo se estaría arreglando fuera de tribunales.
"Vanity Fair" señala que no pudo conseguir una declaración oficial de Ezra Miller o de las personas que accedieron a desistir de sus denuncias; pero le advirtieron al medio que "no agitara el nido de avispas".
En la investigación, la revista también señala que la mayoría de los problemas de Miller derivan de un complejo de Mesías que sufre el actor, incluso, señalan que él mismo se autonombraba como una especie de Dios o de demonio, dependiendo del contexto.
De ahí que el joven tratara a sus fans como si estuvieran en una especie de secta cuya residencia oficial era el rancho en Vermont, propiedad de Ezra, donde además de tener un altar para que las mujeres hicieran tributos, también tenía regadas múltiples armas de fuego y drogas.