Con las ganancias que obtuvo por la serie de Netflix, Anna Sorokin (en la foto) compensó a sus víctimas.
El Mercurio (Foto de Archivo)
Anna Sorokin, la falsa heredera condenada por fraude en Nueva York y cuya historia se recreó en la serie de Netflix "Inventing Anna", obtuvo la libertad, aunque la Justicia de Estados Unidos le ordenó confinarse y le prohibió el uso de las redes sociales mientras se resuelve el litigio sobre su deportación.
Condenada en 2019 a prisión por delitos financieros, Sorokin salió de la cárcel en febrero de 2021 por buena conducta, pero entonces asumió su custodia la agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) porque su visa había expirado, y ha pasado un año y medio detenida.
Según informaron medios locales, un juez de inmigración aprobó la libertad de la impostora –que se hacía llamar Anna Delvey– a condición de que pague 10.000 dólares de fianza, se someta a confinamiento con vigilancia electrónica y no acceda a las redes sociales.
La mujer, de 31 años, nacida en Rusia y que tiene nacionalidad alemana, seguirá litigando para evitar que las autoridades estadounidenses la expulsen a Alemania.
Su abogado, Duncan Levin, dijo al diario Page Six que la mujer está agradecida por la decisión del juez de liberarla y que se centrará en "apelar su condena errónea", aunque señaló que tiene "algunos obstáculos" que superar respecto a las condiciones impuestas.
La publicación sugiere que Sorokin tiene el dinero necesario para pagar la fianza –derivado en parte de sus ganancias de la serie de Netflix, que también le sirvieron para compensar a sus víctimas–, pero su aislamiento social tras el escándalo está dificultando que encuentre una residencia en la que alojarse.
A fines de marzo, ganó relevancia en el mundo del arte gracias a la exposición "Free Anna Delvey" en Nueva York, que vendió varios de sus dibujos realizados en prisión y reunió a artistas simpatizantes suyos que reivindicaron su puesta en libertad.