Un gran momento vive por estos días la cantante estadounidense Taylor Swift: Su último álbum, "Midnights" –lanzado hace menos de dos semanas–, ha tenido un rotundo éxito; mientras se apronta iniciar una nueva gira, la primera que emprende en cinco años.
Su décimo disco de estudio –lanzado el 21 de octubre, en el cual la artista retoma la senda del pop– ha marcado un increíble récord, ya que las canciones de ese álbum ocupan cada uno de los 10 primeros puestos del ranking "Billboard Hot 100" –la lista de éxitos de Estados Unidos–.
Así, la lista de esta semana la encabeza "Anti-Hero", el single principal de "Midnights". Mientras que en los otros nueve lugares se ubican las canciones "Lavender Haze", "Maroom", "Snow On The Beach", "Midnight Rain", "Bejeweled", "Question...?", "You´re On Your Own, Kid", "Karma" y "Vigilante Shit".
La artista –la única mujer en ganar tres Grammy al álbum del año– ha superado de esta forma al rapero Drake, quien en septiembre de 2021 ocupó nueve de los 10 primeros lugares del "Hot 100" durante una semana.
Este ranking, que tiene 64 años de historia, "combina transmisión de todos los géneros de Estados Unidos (audio y video oficial), reproducción de radio y datos de ventas".
"Midnights" también es un fenómeno de ventas al haber vendido más de 1 millón de copias en su primera semana. Con su lanzamiento, Swift batió, además, el récord de la artista más escuchada en Spotify durante una jornada y su canción con Lana Del Rey, "Snow on the Beach", logró el mejor debut para una colaboración femenina en la historia de la música pop.
Estas buenas noticias coinciden con el reciente anuncio de la nueva gira de la cantante, "The Eras Tour", que comenzará en marzo de 2023 en Estados Unidos y también incluirá fechas fuera del país, según adelantó la cantante. "No puedo esperar (...) Ha pasado mucho tiempo", comentó en sus redes sociales.
Su música apropiada por empresarios y críticas por uso de su jet privado
El dulce presente musical de Taylor Swift contrasta con el panorama que enfrentaba hace algunos meses, cuando la artista vivió un duro momento al ver cómo sus composiciones musicales se transaban en el mercado fuera de su control.
Esto se remonta al año 2019, cuando su antiguo sello discográfico, Big Machine Label –con el que tuvo contrato entre 2005 y 2018– fue comprado por los empresarios Scooter Braun y Scott Borchetta, quienes se apropiaron de todas su grabaciones.
Al año siguiente, un fondo de inversión –que no está directamente relacionado con la industria musical– compró todo el paquete a los mismos empresarios, por un monto estimado de 300 millones de dólares.
"Mi equipo recibió una carta de una compañía de capital privado llamada Shamrock Holdings informándonos que habían comprado el 100% de mi música, videos y carátulas", informó Swift.
La transacción afectó los derechos de sus seis primeros álbumes, en los cuales la cantante posee la propiedad de las letras que escribió, pero no de las grabaciones (audio).
Ante esto, Swift tomó la decisión de volver a grabar completos esos álbumes, para que las plataformas de streaming y los programas de televisión o anuncios que utilicen su música, recurran a las versiones regrabadas en lugar de las anteriores.
"Ésta es mi única forma de recuperar el orgullo que una vez tuve al escuchar canciones de mis primeros seis álbumes y también de permitir que mis seguidores escuchen esos álbumes sin sentimientos de culpa por beneficiar a Scooter", sostuvo la artista.
Fuera del plano musical, también estuvo este año en el centro de las críticas luego de que se publicara la nómina de las estrellas que más contaminaban al usar sus de sus jets privados, lista el que fue encabezada por Swift. Según la investigación, su jet había realizado 170 vuelos hasta julio de 2022, dejando una huella de carbono de 8,293.54 toneladas.
Esto tuvo enorme impacto en redes sociales, donde arreciaron las críticas. "Reciclo la basura y voy con carrito a la compra para evitar las bolsas de plástico. Mientras tanto, Taylor Swift ha emitido en un año 8.200 toneladas de CO2 en vuelos privados", dijo un usuario. También proliferaron los memes que mostraban aeronaves en vuelo con descripciones como "Taylor Swift yendo desde la cocina al salón de su casa" o "Taylor Swift y su madre volviendo de recoger un paquete".
Tras la ola de críticas, el representante de la artista debió salir a aclarar que "el jet de Taylor es prestado regularmente a otras personas" y que "atribuirle la mayoría o todos estos viajes a ella es flagrantemente incorrecto".