Se esperaba que la lluvia acompañase gran parte de la jornada de sábado en Primavera Sound, no obstante, ésta apareció cuando cayó la noche, justo en el preciso momento en que uno de los números más esperados del día saliera a escena, Lorde.
A sus 26 años,
la vocalista neozelandesa lleva consigo un vasto currículum gracias a tempraneros éxitos con Pure Heroine (2013), publicado cuando aún no alcanzaba la mayoría de edad, y Melodrama (2017) que la situó en la categoría de artista consagrada.
Con esos antecedentes, Lorde se presentó por tercera vez en Chile, esta vez siendo uno de los platos fuertes de Primavera Sound. Y lo hizo a lo grande.
Saltó al escenario cerca de las 21:00 horas, cuando el clima, con ligeras gotas, aún daba tregua a los miles de fanáticos que se apostaron desde muy temprano en uno de los dos escenarios principales desplegados en el Parque Bicentenario de Cerrillos.
Sin embargo, transcurrido unos pocos minutos de show la lluvia aumentó de intensidad, provocando que Lorde interviniera: "Hoy día nos vamos a mojar todos, si quieren se pueden ir, lo voy a entender", le expresó a sus fanáticos, quienes no tomaron la recomendación y aceptaron presenciar un espectáculo que difícilmente volverá a ocurrir bajo esas condiciones.
Como recompensa, Lorde regaló un show que incluyó canciones de su más reciente disco, Power Solar -cuyo nombre titula la gira- y los clásicos como "Royals", "Green Light", "Supercut", Tennis Court" y "Buzzcut Season".
"Gracias Santiago. Este show nunca lo olvidaré", dijo una empapada Lorde antes de entonar el último tema de la noche, "Team".
Seguidamente fue el turno de los británicos de Arctic Monkeys, quienes llegaron por cuarta vez a Chile, nuevamente como abanderados de un festival masivo.
Cada venida al país de la banda de rock alternativo liderada por Alex Turner los encuentra en una etapa distinta. Para 2012, año en que debutó en tierras nacionales, en el marco de Lollapalooza, el conjunto de Sheffield venía de lograr moderado reconocimiento con los discos con los discos Whatever People Say I Am, That´s What I'm Not (2006) y Favourite Worst Nightmare (2007). En 2014, en la única presentación que han hecho de manera solitaria, Arctic Monkeys promocionó el AM, material de estudio que los lanzó al primer nivel de las bandas de rock contemporánea. En 2018, su álbum Tranquility Base Hotel & Casino no logró la relevancia que consiguió su antecesor, algo que se proyectó en su presentación de Lollapalooza de ese año donde se vio a un deslucido vocalista.
Pero en la noche de este sábado todo fue distinto y Arctic Monkeys sacó todo su arsenal musical para dar un espectáculo de gran nivel y con un sonido impecable.
Con el setlist desplegado en Primavera Sound,
los británicos se preocuparon de complacer todos los gustos de sus fanáticos. Desde el áspero sonido de sus primeras obras como "I Bet You Look Good on the Dancefloor", "Brianstorm", "Teddy Picker" o "505", hasta sus más recientes baladas como "The Car" y "Body Paint", sin olvidar los, a esta altura himnos, como "Arabella", "Do I Wanna Know?" y "R U Mine?".
En un show que se extendió por 90 minutos, Arctic Monkeys dejó una grata sensación en sus adherentes, quienes marcharon del Parque Bicentenario de Cerrillos con ganas de una quinta cita.
Para la jornada de domingo, la primera edición de Primavera Sound bajará el telón con los show de Björk, Travis Scott, Charli XBX, Mitski e Inti Illimani.