"Da mucho gusto ver muchos jóvenes que están yendo a la ópera", comenta el tenor, de 30 años.
El Mercurio (Foto de Archivo)
El tenor peruano Iván Ayón-Rivas, quien a sus 30 años es considerado una de las nuevas figuras del canto lírico mundial, se está presentando por estos días en el Teatro Municipal de Santiago, en la ópera "Rigoletto", de Giuseppe Verdi, donde interpreta a Duca di Mantova.
En entrevista con EmolTV, el artista define la producción de la obra como "vanguardista y surrealista" y comenta que "cantar el Duca di Mantova siempre es una experiencia muy bonita".
Iván Ayón-Rivas, quien ha ganado importantes concursos internacionales, como Operalia, cuenta que comenzó cantando mariachi a los 4 años. "Dejé las cosas 'banales', digamos, desde que tenía 7 años (...) Desde niño trabajar y tener colegas de adultos ha sido una experiencia muy enriquecedora, pero también te lleva a cambiar o a dar el paso más largo que la pierna", dice.
Describe que la del tenor "es una vida muy solitaria, porque para cantar uno bota tantas emociones, tantas cosas, tanta energía, que al final no queda nada para uno". Pese a ello, afirma que "llegar a ser virtuosos en lo que nosotros hacemos es el deber del ser humano".
También admite que "no soy apasionado de ópera, no me gusta escuchar ópera. Pero soy apasionado de la voz, de la técnica vocal, de la voz del tenor".
Sobre este género musical, señala que "la cultura de la ópera se ha ido perdiendo por un tiempo; (pero) ahora nos da mucho gusto ver muchos jóvenes que están yendo a la ópera".
En ese sentido, comenta que "el purista siempre va ver con malos ojos la modernización de la ópera, pero es una cosa positiva para llevar más jóvenes".
Revisa la entrevista completa a continuación: