A la izquierda una escena de la película y a la derecha, Geraldine Fernández, la supuesta ilustradora que participó del filme.
AP/ Captura de Twitter
"El niño y la garza" es la última película del reconocido director de cine japonés, Hayao Miyazaki. El filme que cuenta la historia de Mahito, un niño que, tras perder a su madre, se aventura en un mundo fantástico donde habitan vivos y muertos, se estrenó en los cines de Chile el pasado 11 de enero.
La cinta del Studio Ghibli que ganó un galardón como Mejor película animada en la última edición de los Globos de Oro, ha estado envuelta en una polémica hace varios días. Una supuesta ilustradora colombiana llamada Geraldine Fernández (30) afirmó durante meses haber trabajado significativamente en la última película del estudio de animación japonés. No obstante, expertos de la industria desconfiaron de su participación.
La alarma sobre la veracidad de la historia de Fernández, que numerosos medios publicaron sin contrastar,
saltó en las redes sociales, cuando
trabajadores de la propia industria de la animación comenzaron a señalar las
incongruencias del relato.
La mujer en octubre del año pasado dio una charla en la sede de Barranquilla de la Universidad Sergio Arboleda sobre su supuesta experiencia en el filme. Este corrió como la pólvora entre los medios colombianos después de que la cinta fuera galardonada con un Globo de Oro el pasado 7 de enero.
La joven indicó haber tenido contacto directo con Miyazaki en varias ocasiones durante la producción y también ser la artífice del arranque de la película, entre ellas la espectacular escena inicial.
Todo fue mentira
Sin embargo, con el pasar los días, se fueron destapando las incongruencias de Fernández y este jueves ella misma emitió un comunicado en el que reconoció que todo fue mentira.
La supuesta ilustradora, confirmó públicamente que "la situación se le salió de las manos" y que lo sucedido fue producto de un "mal ejercicio".
En un primer momento afirmó haber realizado unos
25.000 fotogramas para la película, lo que corresponde a media hora aproximadamente de metraje, aunque
luego reconoció "haber exagerado", ya que señaló que solo participó en un "par de escenas", pero
nunca dejó de mantener que fue parte del proyecto.
En el comunicado, Fernández aclaró que fue asesorada para decir la verdad: "Debe salir a la luz, todos merecen conocerla", y añadió que fue muy difícil para ella retractarse después de que la historia se hiciera viral en los medios.
A pesar de su arrepentimiento, culpó a la prensa por viralizar su historia ya que hizo que la "pusieran en el ojo del huracán ante los medios de comunicación del país, influenciadores y colegas del medio".
La mujer pidió disculpas por no haber parado la bola de nieve a tiempo: "Mil disculpas por todo lo ocurrido, de ahora en adelante trabajaré arduamente para que mi talento profesional como diseñadora me preceda".
Geraldine confirmó que continúa trabajando en Tecnoglass, empresa de Barranquilla dedicada al diseño y fabricación de vidrios y ventanas, ante informaciones de algunos medios que decían que había sido despedida de la compañía.
Cabe destacar que en Tokio, el Studio Ghibli, fue consultado por EFE por la polémica, que tras varios días de revuelo, saltó a los medios japoneses. Sin embargo, la productora guardó silencio.