"Expats", la nueva serie protagonizada por Nicole Kidman, está ambientada en Hong Kong, pero los residentes de la región no pueden verla, lo que ha provocado especulaciones sobre censura en la ciudad. Esto porque ha sido criticada por supuestamente realizar una representación negativa de la ciudad.
La producción de seis capítulos, dirigida por la cineasta estadounidense de origen chino Lulu Wang, narra la vida de tres mujeres estadounidenses que viven en Hong Kong durante el año 2014, mientras afrontan una tragedia común en medio de una tensa dinámica de diferencias sociales y un panorama político cada vez más tenso.
Los dos primeros episodios se estrenaron en Amazon Prime el pasado 26 de enero. Pero cuando los espectadores locales intentan verlo, reciben un mensaje que dice que "este video no está disponible actualmente para ver en su ubicación". Sin embargo, pudieron acceder a través de una red privada virtual (VPN), servicios de pago para conectarse a servidores extranjeros y así poder entrar a páginas web censuradas en un territorio.
El primer episodio de la producción, incluye una breve escena en la que la gente en un mitin corea en cantonés: "Quiero elecciones generales reales". El tráiler de la serie también muestra a una multitud con sombrillas, una referencia a la Revolución de los Paraguas de 2014, cuando manifestantes exigieron el derecho a elegir al jefe ejecutivo de la ciudad.
Sin embargo, las autoridades hongkonesas negaron haber vetado la serie, y señalaron que el público local no pueden acceder a esta debido a las restricciones de la plataforma que la emite.
De hecho, la Oficina de Cultura, Deportes y Turismo informó que la Oficina de Servicios Cinematográficos de Hong Kong proporcionó asistencia para el rodaje en exteriores de la producción, que duró más de un año y contó con un equipo de más de 200 personas.
No obstante, su filmación provocó una gran indignación en la ciudad, en agosto de 2021, cuando se permitió a la coproductora Kidman saltarse la cuarentena obligatoria que se imponía a los recién llegados como parte de los esfuerzos para controlar la pandemia.
En aquel momento, el gobierno argumentó que se le otorgó el permiso para llevar a cabo "un trabajo profesional específico que contribuiría al funcionamiento y al crecimiento de la economía hongkonesa".
No obstante, tras su lanzamiento, la parlamentaria Doreen Kong señaló que, a pesar de que el rodaje de la serie no infringió ninguna ley, sí puso al gobierno local en una posición incómoda, "porque dicha exención no condujo a un resultado que exhibiera a la ciudad bajo una perspectiva del todo positiva", según indicó el periódico South China Morning Post.
En relación a la controversia sobre la disponibilidad de la serie en el territorio semiautónomo, el legislador Dominic Lee sostuvo que la decisión fue tomada por Amazon. Sin embargo, argumentó que deberían haber sido informados sobre el contenido durante su producción, con el fin de proyectar una imagen positiva de la ciudad, ya que, según él, aborda la temática de la supuesta monotonía de la ciudad e incluye escenas del movimiento ilegal de protesta "Ocupar Central".
A pesar de que la Oficina de Comercio y Desarrollo Económico hongkonesa declaró que las leyes de censura no se aplican a los servicios en línea, sus plataformas pueden ser objeto de la ley de seguridad nacional que Pekín impuso a Hong Kong en 2020 tras meses de protestas y disturbios en favor de la democracia.
Sin embargo, no es la primera vez que producciones occidentales moderan su contenido en Hong Kong. Walt Disney Co. eliminó de Disney+ durante el 2021, un episodio de "Los Simpson" que contenía una controvertida escena en la plaza de Tiananmen de Pekín -donde se produjeron las protestas estudiantiles de 1989 en las que se calcula que murieron cientos de personas. Pero, no quedó claro si las autoridades estuvieron involucradas en la decisión de retirar el contenido o si las empresas actuaron por su cuenta.
La eliminación del capítulo provocó preocupaciones sobre una posible "censura al estilo continental", generando debates sobre la libertad de expresión y la influencia de los intereses políticos en la industria del entretenimiento.
