El Super Bowl que se llevó a cabo el domingo recién pasado, - en el que ganaron los Kansas City Chiefs por 25-22 frente a los San Francisco 49ers-, tuvo una audiencia de 123,4 millones de espectadores. Con esta cifra se convirtió en el programa más visto en la historia de la televisión estadounidense.
La anterior marca la tenía el Super Bowl del año pasado, en el que también se coronaron los Chiefs pero en esa ocasión ante los Philadelphia Eagles. Ese partido reunió a 115,1 millones de espectadores.
Pero el torneo de este año,
solo tendría por delante
el alunizaje del Apolo 11 en 1969, que tuvo una audiencia estimada de entre 125 y 150 millones de personas en EE.UU.
Cabe mencionar que el partido fue transmitido por CBS en televisión abierta, Nickelodeon y Univision por cable y el servicio de streaming Paramount+, así como por las plataformas digitales de la NFL.
Los datos de Nielsen Fast National y Adobe Analytics, divulgados por la NFL, reflejaron que 120 millones de personas vieron el partido a través de CBS. La marca anterior de la cadena para su Super Bowl más visto era de 112,34 millones para la edición de 2016 entre los Broncos de Denver y los Panthers de Carolina.
Univision promedió más de 2,2 millones de televidentes, la cifra más alta del Super Bowl registrada en Estados Unidos para un canal de televisión de habla hispana.
En tanto, 202,4 millones vieron al menos parte del juego en todas las redes, lo que significa un incremento del 10% con respecto a la cifra del año pasado que era de 183,6 millones.
Parte del aumento se puede atribuir a un cambio en la forma en que actualmente se cuenta a la audiencia. Nielsen comenzó a incluir a los espectadores fuera de casa en sus índices en 2020, pero solo en mercados limitados. Esa medida se amplió a los 50 estados estadounidenses a partir de este año. Pero además, el partido del domingo
es apenas el segundo de los 58 Super Bowl que necesitó tiempo extra.
Junto con lo anterior, el espectáculo deportivo contó con el atractivo añadido de la presencia de Taylor Swift, la estrella del pop que es la novia del tight end de los Chiefs, Travis Kelce, un romance que ha atraído nuevos fanáticos a la NFL.
La cantante voló a Las Vegas tras su último concierto de la exitosa gira "Eras Tour" en Japón para estar presente horas más tarde en la final y alentar desde un palco a su novio. Eso hacía prever que atrajera a un ejército de fanáticas adolescentes a ver el espectáculo.
Además, el decisivo duelo contó con la presencia de grandes estrellas de Hollywood y de la canción, como la cantante Beyoncé, que aprovechó la ocasión para anunciar el lanzamiento de un nuevo disco.
De hecho, las grandes marcas llegaron a pagar hasta 7 millones de dólares por 30 segundos de publicidad durante la transmisión.
Usher, el cantante y productor musical denominado "Rey del R&B", protagonizó el espectáculo del medio tiempo del partido. Fue un show de 15 escasos minutos de música y baile al mejor estilo de Las Vegas, que contó con artistas invitados como Alicia Keys.
Impactos de ser el programa más visto en la historia de EE.UU
El récord de audiencia que alcanzó el Super Bowl tendrá consecuencias. Y es que un día después del anuncio Paramount Global despedirá a unos 800 trabajadores en todo el mundo, lo que equivale al 3 % de su plantilla.
La noticia le llegó a los empleados mediante un comunicado interno que mandó el director ejecutivo, Bob Bakish, y al que tuvieron acceso varios medios especializados.
"Estos ajustes nos ayudarán a aprovechar nuestro impulso y a ejecutar nuestra visión estratégica para el próximo año, y creo firmemente que tenemos mucho de qué entusiasmarnos", escribió en la nota.
El memorando no especifica cuántos empleados de la empresa serán despedidos, pero CNBC y Variety confirmaron que serán alrededor de 800 de las diversas divisiones de la compañía, como CBS, Paramount Pictures, Paramount+, Pluto TV, Showtime, Comedy Central, Nickelodeon y MTV.