A las 19.30 horas el Pabellón Amarillo de La Rural (centro ubicado en Buenos Aires) recibió al público, que con gran expectativa esperaba para ingresar a la gran cena show de Luis Miguel. Todos cumplieron con el dress code de la noche: ropa de gala.
El artista ofreció el primero de los cinco shows que realizará en Argentina este año, pero no fue uno más sino que se trató de una gala para un reducido grupo de gente, y que contó con la presencia de algunas celebridades.
Una de las primeras en entrar, invitada por la productora de la gira, Fenix Entertainment, fue la actriz y conductora Georgina Barbarossa. A ella le siguieron, algunos periodistas, la ex primera dama de Argentina, Zulemita Menem, Guillermo Coppola, la actriz Ángela Torres y Marcela Tinayre.
Luego de pasar la puerta de ingreso, los invitados se dirigieron a un gran salón, ambientado de manera muy sobria, en donde más de una veintena de mozos ofrecía vinos, champagne y bebidas y también distintas delicias para acompañarlas como: mini empanadas de champiñones y de salmón, papas duquesa y masa brisée con jamón crudo. Por supuesto, de fondo sonaban los hits del artista mexicano.
Todos disfrutaron de ese primer momento, pero la gran promesa de la noche era un show exclusivo de Luis Miguel acompañado de una cena gourmet creada por el catering del Hotel Faena, por la cual varias de las más de 2000 personas que dijeron presente anoche pagaron entradas de casi $1.396.699.
La noche empezó con el cocktail de recepción y luego siguió con un menú realizado por la chef Marina Carluccio. Este incluyó entre sus opciones: un carpaccio de pulpo, carnes patagónicas con salsa de oporto y malbec, cebollas caramelizadas con puré de papas camote y verduras de estación. Y de postre, un domo de dulce de leche, que tenía chocolate.
En el salón, se colocaron
186 mesas que tenían lugar para 10 comensales cada una, y una ambientación con las preferencias de Luis Miguel:
flores blancas y velas con esencia de vainilla. Eso sí antes de ingresar allí, se les dio a cada uno de los presentes pulseritas, que luego se iluminarían de diferentes colores para acompañar las canciones del show.
Estar más cerca o más lejos del escenario significó haber pagado una entrada más cara o más económica. Las ubicaciones en las mesas que se encontraban junto al escenario tenían un costo de $1.375.302 mientras que las más alejadas alrededor de $932.408
Así se veían las mesas en la gala. Crédito: La Nación/GDA.
El show
La estructura del escenario y la disposición de los músicos se asemejó a lo que se vio en algunos recitales que brindó Luis Miguel el año pasado en el marco de su gira. Pasadas las 21:00 horas, llegó el artista a La Rural, pero recién a las 22.15 arrancó su show, antes de que los mozos ofrecieran el postre a los presentes.
La canción elegida para abrir fue
"Será que no me amas". Pero antes de su salida al escenario, con su impecable traje negro y camisa blanca, se apagaron las luces y apareció la banda en escena mientras que se proyectaban de fondo imágenes de su carrera. Luego, el Sol de México bajó por las escaleras y el público se levantó de sus asientos y gritó al verlo.
Su voz impecable, su mirada y sus característicos movimientos no hicieron más que enloquecer al público presente en La Rural, quienes sacaron enseguida sus celulares para registrar los diferentes momentos.
La segunda canción de la noche fue "Amor, amor, amor" y con ella llegaron las primeras palabras dedicadas al público: "¿Cómo dice?", dijo Luis Miguel desde el escenario para que la gente se sumara a su canto.
El espectáculo continuó con otros de sus grandes éxitos como "Suave" "Culpable o no", "Te necesito", "Hasta que me olvides" y "Dame".
Tras estos, sus esperados medleys (serie de canciones mezcladas en una larga interpretación) que incluyeron canciones como "Por debajo de la mesa", "No sé tú" (que sonó cuando llegó el postre), "Como yo te amé", "Solamente una vez", "Somos novios", "Todo y nada", "Nosotros", "Un hombre busca a una mujer" y "Cuestión de piel", el artista salió del escenario unos minutos para cambiarse y salir vestido completamente de negro y así sumarse a un grupo de mariachis, con quienes interpretó "La fiesta del mariachi" y "La Bikina".
Sobre el final, llegaron dos popurrís de canciones, el primero con "No me puedes dejar así", "Palabra de honor" y "La incondicional" y el segundo, con "Ahora te puedes marchar", "La chica del bikini azul", "Isabel" y "Cuando calienta el sol". No faltaron tampoco a esta cita las pelotas inflables con el logo de su nombre que fueron lanzadas a los presentes.
Minutos antes de la medianoche, mientras sonaba a todo volumen "Cuando calienta el sol", el artista se empezó a despedir a los presentes, con su amplia sonrisa y aplaudiendo al público, pero como suele hacer: sin una palabra de buenas noches.
Esta exclusiva gala show es la única de su tipo que realizará en el marco de su último y exitoso tour, que arrancó en agosto del año pasado en Argentina, en donde ofreció 10 presentaciones, con entradas agotadas, en el Movistar Arena, al igual que en Chile.
Si bien es una gira extensa, Luis Miguel tiene pautados 111 recitales este año. El cantante se deja días libres entre show y show para descansar, recuperarse y así poder cumplir en su mejor estado con todas sus presentaciones.
Revisa cómo se veía el salón
Revisa una parte del show de Luis Miguel