La obra de Banksy con estructuras de seguridad para proteger la obra.
AP/AFP
Un mural de temática ambiental del
artista callejero Banksy, que apareció la semana pasada en una calle de Londres, fue
recubierto de plástico y
rodeado de rejas y tablas de madera después de un aparente acto de vandalismo.
La obra se encuentra en la pared de un edificio residencial del barrio de Finsbury Park, en el norte de Londres. Y el artista la realizó detrás de un gran árbol severamente podado, para sustituir el follaje ausente con chorros de pintura verde. Además, estampó una pequeña figura humana sosteniendo una manguera a presión.
El
mural atrajo rápidamente a multitudes, incluidos fans de Banksy de todo el mundo. Pero días después, fue
salpicado con pintura blanca.
Luego, la obra fue cubierta con
plástico transparente por el propietario del edificio y apareció un letrero que decía que el área estaba
bajo videovigilancia.
En tanto, algunos trabajadores comenzaron a colocar tablas alrededor de la pintura.
La autoridad local, el ayuntamiento de Islington, dijo que
cercó el sitio para proteger a la obra de arte y a los
residentes del impacto de los visitantes.
"Hemos tenido muchas preocupaciones de nuestros residentes por el número de visitantes a la obra de arte, que está justo afuera de sus hogares", dijo el consejo en un comunicado.
Además, señaló que la valla
incluiría paneles de plástico transparente "para proteger la obra de arte y permitir vistas claras".
Cabe mencionar que
Banksy, que nunca ha confirmado su identidad completa, comenzó su carrera pintando edificios con aerosol en Bristol, Inglaterra, y
se ha convertido en uno de los artistas más conocidos del mundo.
Su trabajo se ha
vendido por millones de dólares en subastas, y sus
murales anteriores en sitios al aire libre a menudo han sido robados o retirados por los propietarios de edificios poco después de ser creados.
En diciembre, después de que Banksy
estampara drones militares en una señal de tránsito en el sur de Londres, un hombre fue fotografiado quitando el letrero con cortadores de pernos.
Más tarde, la policía arrestó a dos hombres bajo sospecha de robo y daños.
La última obra sería más difícil de retirar, ya que la pieza depende del árbol para su impacto.
El ayuntamiento de Islington dijo que monitorearía el sitio y "continuaría explorando soluciones futuras con el propietario del edificio para que la gente pueda disfrutar de la obra de arte".