Michael Keaton como el fantasma Beetlejuice.
Warner Bros.
Treinta y seis años. Eso es lo que los fanáticos de
Beetlejuice han tenido que esperar para ver al excéntrico habitante del inframundo de
regreso a la pantalla grande. Esta nueva entrega nos trae de vuelta a los r
econocidos personajes, así como
nuevos protagonistas, quienes buscan darle un toque fresco a la trama y ofrecer una razón convincente para reencontrarnos con estos íconos de finales de los '80.
"Beetlejuice Beetlejuice" continúa la historia de Lydia Deetz, ahora una figura pública en el mundo de la televisión. Aún atormentada por Beetlejuice, su vida da un giro inesperado cuando
la muerte de un familiar afecta no solo su relación con su hija Astrid, sino que también
trae, accidentalmente, al demonio de vuelta a sus vidas. Mientras tanto,
el extravagante personaje buscará escapar de su ex, quien está decidida a vengarse.
Si esto suena complicado es porque lo es. La segunda parte de esta comedia de terror ofrece
muchas risas ingeniosas, en gran medida gracias a un brillante Michael Keaton, aunque
intenta hacer malabares con más subtramas de las que puede sostener, dejando caer varias en el camino.
¿Qué se puede esperar de este tan esperado estreno? A continuación, te comparto los puntos más importantes (sin spoilers).
Un retorno en forma y buenas adiciones
Irónicamente,
si algo le falta a esta secuela es más Beetlejuice. Cada vez que Michael Keaton aparece en pantalla, esta se llena de vida. Es
excéntrico, divertido, rápido e ingenioso; todo lo que nos mostró hace 36 años, e incluso (algunos podrían decir que) mejor. Si debo dar una razón para ver esta película, sería la oportunidad de
disfrutar a este increíble actor en uno de sus mejores papeles.
Afortunadamente, no está solo. Aunque muchos acusaban a
Jenna Ortega de recurrir a un estilo similar al de su papel en Wednesday/Merlina,
su incorporación a la franquicia aporta nuevas facetas. La dinámica con otros personajes responde a lo que uno espera en este peculiar universo y también abre la posibilidad de expandir este mundo de forma orgánica.
Su elección fue precisa para esta película.
Lamentablemente,
no todo lo nuevo brilla en esta película, pero profundizaremos en ello más adelante.
Catherine O'Hara (izquierda), Jenna Ortega (segunda a la izquierda), Winona Ryder (segunda a la derecha) y Justin Theroux (derecha). Crédito: Warner Bros.Estilo y estética
Normalmente, este tipo de detalles se destacan en películas de gran magnitud y espectáculo. Sin embargo,
la "Beetlejuice" original marcó un precedente con su estilo visual, por lo que su secuela debía estar a la altura. Afortunadamente,
"Beetlejuice, Beetlejuice" logra capturar esa nostalgia visual, algo que pocas veces se ve en el cine actual.
El amor de Tim Burton por los efectos prácticos consigue que la
atmósfera del mundo en el que nos sumergimos se sienta
auténtica y envolvente. Los sets y decorados reales, junto con los disfraces, el maquillaje y el vestuario, aportan un tono distintivo y único, estimulando una
creatividad que parece escasear en el Hollywood contemporáneo.
Es encomiable el esfuerzo del equipo de producción, y por ello merece ser destacado como
una de las grandes virtudes que esta secuela trae a la pantalla.
Más no es mejor
Después de destacar las virtudes de esta película, es momento de señalar sus
puntos débiles. Aunque hay muchos aspectos rescatables,
la sensación general que deja es algo insatisfactoria. La principal razón:
la gran cantidad de subtramas que no llegan a buen puerto.
Como mencionamos antes, algunas líneas narrativas de la secuela son interesantes: Astrid, la nueva integrante de la familia Deetz; el reencuentro entre Lydia y Beetlejuice; o la nueva vida de Lydia. Sin embargo, estas historias tienen que compartir tiempo en pantalla con otras tres subtramas simultáneas. El problema es que estas últimas carecen de peso real en la trama, y al final, no afectan de manera significativa el núcleo de "Beetlejuice Beetlejuice" pareciendo innecesarias.
Esto genera sensaciones encontradas.
Hubiera sido más entretenido centrarse en los protagonistas, en lugar de llenar la pantalla de personajes y estrellas. A pesar de todo, como ya mencionamos, la nueva entrega del extravagante demonio ofrece
entre 20 a 30 minutos de entretenimiento sólido dentro de sus 100 minutos totales que pueden justificar verla en el cine, especialmente para los fanáticos.
Nota: 3.0/5.0
"Beetlejuice Beetlejuice" ya se encuentra disponible, solo en cines.
Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (https://www.instagram.com/hobby.space/)