El Presidente boliviano Evo Morales promulgó un decreto que permite la exploración.
AP
LA PAZ.- Las organizaciones ambientalistas de Bolivia criticaron hoy la búsqueda de petróleo y gas natural en 11 reservas ecológicas, a cargo de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en alianza con petroleras extranjeras.
El gobierno de Evo Morales promulgó un decreto supremo el 20 de mayo pasado que autoriza trabajos de exploración y explotación petrolera en áreas protegidas.
La Administración de La Paz justificó la medida argumentando que se aprovechará la renta petrolera para reducir la extrema pobreza en las comunidades indígenas que habitan las áreas protegidas.
"Las actividades extractivas no benefician a las comunidades, todo lo contrario: desarticulan la organización comunal o indígena originaria, dejan los daños ambientales a los pobladores, destruyen su base de economía local", advirtió Marco Gandarillas, director del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).
Agregó que la nueva frontera petrolera abarca un 22 por ciento del territorio boliviano, lo que equivale a 24 millones de hectáreas para extraer más hidrocarburos.
Bolivia suscribió contratos petroleros para operar en reservas ecológicas con la francesa Total, la china Eastern Petroleoum and Gas, la británica British Gas, la brasileña Petrobras, al venezolana PDVSA, la rusa Gazprom y la española Repsol.
La reserva de Iñao, en el sudeste boliviano, será el más afectado porque se dañará un 90 por ciento de su territorio boscoso.
También se alerta sobre daños en la reserva Pilón Lajas, norte de Bolivia, y en el Tipnis, territorio compartido por los departamentos de Beni y Cochabamba.