WASHINGTON.- La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial y la agencia para el desarrollo de EE.UU. (USAID) acordaron hoy un plan de 15 años que impulsará la recopilación de datos médicos y la medición de resultados para mejorar los sistemas sanitarios, sobre todo en países en desarrollo.
En una cumbre que comenzó hoy en Washington y durará tres días, estas agencias buscarán hacer un llamado internacional a la acción en un contexto donde la mayoría de los países del mundo carece de sistemas adecuados para recabar información sanitaria y evaluar los resultados de los programas.
"Cien países, que representan dos tercios del mundo, no tienen sistemas de registro civil y de estadísticas vitales para registrar las causas de los fallecimientos. Eso quiere decir que esos países y las naciones que les ayudan están trabajando en la oscuridad, tirando el dinero sin saber", dijo la directora de la OMS, Margaret Chan.
"Hay que convencer a los líderes políticos de que los datos fiables son fundamentales para ajustar el gasto, definir la inversión y asegurar el progreso sanitario", añadió Chan en la jornada de apertura del encuentro, que acoge la sede del Banco Mundial (BM) en Washington.
La hoja de ruta que abordaron hoy líderes globales en salud y expertos de todo el mundo en la capital estadounidense describe cómo los países menos desarrollados pueden edificar sistemas de medición sanitaria sólidos y cómo los países más ricos pueden apoyar ese esfuerzo de manera eficiente.
"Especialmente en África Subsahariana, en países de la región Asia-Pacífico y en naciones de Latinoamérica como Haití y Bolivia estos sistemas son especialmente débiles", explicó el director del departamento de sistemas de información y medición de la OMS, Ties Boerma.
Los ponentes del encuentro destacaron la necesidad de colaborar y compartir datos para sacar el máximo partido a unos recursos que "son limitados", como señaló el ministro de Salud adjunto de Ucrania, Ihor Perehinets.
"Tenemos que coordinarnos, tenemos que medir menos y mejor. Que los datos que recopilamos puedan usarse a todos los niveles, en las clínicas, regiones, a nivel nacional e internacional", pidió Chan en este sentido.
"Los datos y la transparencia son la base para mejorar la salud pública. La información fiable es imprescindible para establecer prioridades y medir resultados", añadió.
Uno de los retos que han marcado estas agencias internacionales es que en 2030 todos los nacimientos sean contabilizados con el sistema de registro civil.
"Hoy en día, seguimos siendo incapaces de contar cada nacimiento que hay en el mundo", recordó Tim Evans, director de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial.
Para 2030, estas agencias establecen en su plan que al menos el 80 % de las muertes sean reportadas, registradas y certificadas médicamente, clasificadas por sexo y edad.
Una de las carencias actuales es la falta de inversión en los sistemas de información sanitaria, que son clave para determinar objetivos y evaluar la eficacia de los programas.
"El último brote de ébola en África Occidental nos demuestra el coste de trabajar con sistemas de información débiles", consideró Ariel Pablos-Mendez, uno de los responsables de Salud Global en la USAID.
Entre los objetivos de esta iniciativa está el de que, para el año 2020, todos los países tengan un informe anual sobre el progreso en sanidad que cumpla con los estándares internacionales de precisión y que los Gobiernos impulsen análisis con base en esta información.
"Esta cumbre es pionera. Es fundamental entender que para mejorar los sistemas sanitarios se necesitan infraestructuras eficientes de recopilación de información", señaló la secretaria adjunta de Medición y Recursos del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Higgenbottom.
Los líderes globales en salud llamaron, asimismo, a hacer partícipe a la sociedad civil en este esfuerzo de mejorar los sistemas de datos sanitarios, algo que pasa primero por "informarla mejor", como apuntó el secretario general del ministerio de Salud de Mali, Ousmane Doumbia.