PARÍS.- Un equipo de médicos belgas logró por primer vez que una mujer a la que se le extrajeron tejidos ováricos antes de la pubertad lograra tener un hijo, informó una revista especializada que registró el caso.
El caso de esta mujer de 27 años quedó registrado en la revista especializada Human Reproduction, una publicación mensual editada por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE).
En el mundo, 35 mujeres han logrado tener hijos tras recibir un trasplante de sus propios tejidos, pero no había hasta ahora ningún caso de pacientes en las cuales el injerto se hubiera obtenido antes de la pubertad.
Sin embargo, el equipo médico encabezado por la doctora Isabelle Demeestere, ginecóloga de la Clinica de Fertilidad y del Laboratorio de Reproducción Humana del Hospital Erasme, de la Universidad Libre de Bruselas, advirtió que todavía hay que estudiar la capacidad real de tejidos ováricos inmaduros de producir ovocitos funcionales.
La paciente, nacida en República del Congo, padecía de una anemia falciforme, también conocida como drepanocitosis, que le fue diagnosticada cuando tenía cinco años.
Cuando la niña tenía 11 años emigró a Bélgica, donde los médicos determinaron que su enfermedad era muy grave y que debía recibir un trasplante de médula ósea de su hermano, lo que requiere un tratamiento de quimioterapia previo.
Entonces los médicos procedieron a extirparle el ovario derecho y a congelar los fragmentos, pese a que la niña todavía no había tenido la regla, aunque si presentaba algunos signos de la pubertad como el desarrollo de los pechos.
Después del trasplante la joven tuvo que tomar inmunosupresores durante 18 meses y cuando tenía 15 años, debido a la falta de actividad del ovario restante, se le administró un tratamiento hormonal sustitutivo.
Diez años más tarde, la paciente expresó su deseo de tener un hijo, para lo cual los doctores descongelaron una parte de sus tejidos ováricos guardados y se los reimplantaron.
Tras la operación la paciente logró producir ovocitos maduros, pero no pudo tener un hijo debido a que su compañero era infértil. Sin embargo, dos años después del trasplante, logró quedarse embarazada de otro hombre y tuvo un hijo en noviembre de 2014, que pesó 3,140 kilos al nacer.