SANÁ.- Ataques aéreos encabezados por Arabia Saudita contra rebeldes chiíes y sus aliados en Yemen destruyeron casas históricas el viernes en el centro histórico de la capital Saná, que está en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Esa agencia cultural de la ONU condenó los bombardeos rápidamente, y su director expresó su tristeza ante la pérdida de vidas humanas y la destrucción de patrimonio arquitectónico invaluable.
El conflicto en Yemen ha dejado a millones de personas de la nación más pobre del mundo árabe en urgente necesidad de ayuda humanitaria en prácticamente todo (combustible, agua, alimentos, electricidad y suministros médicos) a medida que los civiles se ven cada vez más inmersos en el fuego cruzado.
Por otro lado, el viernes más temprano murieron 12 civiles por proyectiles en la ciudad suroccidental de Taiz, en la que se han llevado a cabo algunos de los enfrentamientos más intensos entre los rebeldes y combatientes del sur, dijeron testigos y funcionarios.
En los bombardeos sobre Saná, en un principio los residentes pensaron que los cazas habían atacado una casa ocupada por un alto comandante rebelde, pero posteriormente las autoridades y testigos dijeron que no había ningún miliciano chií entre las víctimas.
El impacto de los misiles destruyó completamente al menos tres casas y provocó grietas en los edificios circundantes, que están pegados unos con otros, lo que dejó amplias secciones del distrito antiguo de la ciudad en riesgo de desplomarse.