NUEVA YORK.- Hillary Rodham Clinton inició formalmente su campaña presidencial el sábado con una mención entusiasta a la posibilidad de ser la primera mujer en estar a cargo de la Casa Blanca.
Pidió a sus miles de simpatizantes en el mitin en la isla Roosevelt del río Este que se unieran a ella para construir un Estados Unidos "donde no dejemos a nadie afuera ni atrás".
Con el centro de Nueva York y el nuevo World Trade Center detrás de ella, se presentó como una defensora acérrima de aquellos que aún pasan apuros tras la Gran Recesión.
Asimismo, prometió continuar con el legado liberal del presidente Barack Obama, así como de los ex presidentes Franklin D. Roosevelt y Bill Clinton, su esposo. "La prosperidad verdadera y duradera debe ser construida por todos y compartida por todos", dijo la ex secretaria de Estado, primera dama y senadora demócrata por Nueva York.
Cuando Hillary Clinton, de 67 años, finalizó su primera campaña para la presidencia en 2008, en la que Obama la superó en la contienda por la nominación, reconoció que ella y sus simpatizantes no lograron destrozar los obstáculos que impiden el avance de las minorías y las mujeres a los puestos más altos.
El sábado se comprometió a trabajar para lograr un "Estados Unidos donde un padre pueda decirle a su hija: sí, puedes ser lo que quieras ser, incluso presidente" del país. "Creo que ahora ustedes ya saben que mucha gente me ha llamado de muchas formas", afirmó ante los vítores y risas de la multitud de unas 5.500 personas. "Y una de ellas no es ser alguien que se dé por vencida".
En 2008, Hillary Clinton no destacó su género como elemento crucial, pero ahora fue el remate de su primer discurso en la contienda de 2016. "Seré la mujer presidenta más joven en la historia de Estados Unidos. Y también la primera abuela", dijo.
En su discurso de 45 minutos, Clinton planteó una lista de deseos de políticas demócratas: educación preescolar para todos, más regulación en el sector financiero, sueldo garantizado en caso de enfermedad y salarios iguales para mujeres; una ruta para que los inmigrantes que viven en el país sin autorización puedan obtener la ciudadanía, revisión al financiamiento de campañas, y prohibición a la discriminación a los homosexuales y sus familias.
Al hacerlo, la aspirante intentó presentar la elección de 2016 como una opción sobre el futuro económico de la clase media.
Nueva York tiene uno de los índices más elevados de desigualdad salarial en el país, así que los comentarios de Clinton pueden presagiar una campaña que contrastará con sus rivales sobre quién puede ofrecer mayor seguridad económica.
Por primera vez, Clinton habló de la política exterior con detalle desde que regresó a la política presidencial.
Como la primera secretaria de Estado de Obama, Clinton dijo que se enfrentó al presidente ruso Vladimir Putin y estaba en la Sala de Crisis de la Casa Blanca la noche en que murió Obama bin Laden. "Hay muchos lugares problemáticos en el mundo, pero también hay muchas buenas noticias", afirmó. "Creo que el futuro tiene muchas más oportunidades que amenazas si ejercemos un liderazgo creativo y confiado que nos permita moldear los eventos mundiales, en lugar de ser moldeados por ellos".
Clinton guardó silencio sobre algunos temas de importancia crucial para la base demócrata, en especial el tratado de la Cuenca del Pacífico que es respaldado por Obama pero al que se oponen los sindicatos, los liberales y otros que consideran que les quitará empleos a los estadounidenses.