El mandato de los miembros del tribunal vencía en 2016.
EFE
LA PAZ.- El Parlamento boliviano reorganizará esta semana en medio de críticas el Tribunal Supremo Electoral, que el 29 de mayo quedó a la deriva tras la renuncia de sus siete vocales.
Las intrigas internas y una abierta simpatía con el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), partido político del Presidente Evo Morales, minaron la credibilidad de los siete miembros de la instancia, cuyo mandato vencía en 2016.
La Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia designará a los nuevos vocales tras una convocatoria pública que culminará este miércoles.
Sin embargo, el sistema de elección de los siete vocales fue objetado por un grupo de personalidades políticas e intelectuales bolivianos.
Dicho grupo también propuso la depuración del padrón electoral, la auditoría técnica de los últimos procesos electorales, una auditoría institucional al Tribunal Supremo Electoral y la elaboraración de una nueva Ley de Partidos Políticos.
"El cumplimiento de esta agenda debe restituir la certidumbre en las reglas y en los procedimientos, y en la idoneidad y confiabilidad de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral", destaca el documento de intelectuales y personalidades políticas.
En los próximos meses, el tribunal electoral tendrá que organizar y controlar referendos sobre estatutos autonómicos de varios departamentos de Bolivia.
También se proyecta un referendo para una modificación de la actual Constitución boliviana que permita una reelección indefinida del presidente.