La primera ministra Helle Thorning-Schmidt.
Reuters
COPENHAGUE.- Dinamarca se pronunció por un giro hacia la derecha en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves poniendo fin a cuatro años de gobierno de la alianza de centroizquierda de la primera ministra Helle Thorning-Schmidt, quien en la noche anunció su dimisión al cargo y como líder del Partido Socialdemócrata.
Si bien el Partido Socialdemócrata de Thorning-Schmidt fue la fuerza más votada - con el 26,3 por ciento de los votos y 47 escaños en el Parlamento, tres más que en la elección hace cuatro años- sus aliados no obtuvieron el apoyo necesario para mantenerse en el poder.
En tanto, los populistas de derecha del Partido Popular Danés obtuvieron un triunfo histórico, con el 21 por ciento y 37 escaños -15 más que en 2011- y quedaron como segunda fuerza.
Kristian Thulesen Dahl, líder del Partido Popular, dijo que el resultado fue "fantástico" y agradeció a los simpatizantes. "Somos un partido que tiene que ser tomado en serio", agregó.
En tercera posición quedó el Partido Liberal Venstre de Lars Lkke Rasmussen (19,4 por ciento). El político liberal, que ya había ocupado el cargo de jefe de gobierno desde 2009 hasta que fue sustituido por Thorning-Schmidt tras los comicios de 2011, ha sido respaldado por la oposición para ser nuevamente primer ministro.
De acuerdo con los últimos resultados, la oposición de centroderecha obtuvo 90 bancas frente a 85 del bloque de centroizquierda.
"Soy la primera jefa de gobierno de Dinamarca. Pero no seré la última", dijo Thorning-Schmidt, de 48 años.
"Los socialdemócratas son nuevamente el partido más fuerte del país", declaró Thorning-Schmidt, que lideraba el partido desde 2005. La renunciante primera ministra dijo que su partido ganó la contienda electoral pero no las elecciones.
"Perdimos en la línea de meta", dijo a los simpatizantes del partido, al tiempo que anunció que mañana viernes iba a presentar su dimisión. Rasmussen hereda "una Dinamarca en buena forma", afirmó.
"No tuvimos una gran elección", admitió por su parte Rasmussen. "Esta noche obtuvimos la posibilidad de asumir el liderzago de Dinamarca", agregó el político liberal, cuyo partido sufrió un duro revés con las pérdida de 13 bancas en el Parlamento.
Thorning-Schmidt, que en 2011 se convirtió en la primera mujer jefa de gobierno del país escandinavo, hizo campaña afirmando que su gobierno sacó a Dinamarca del estancamiento económico caracterizado por un crecimiento lento, una baja demanda por parte de los socios comerciales europeos, una caída en la competitividad y una burbuja inmobiliaria.
Rasmussen argumenta en cambio que su gobierno fue el que sentó las bases para la recuperación económica. Su partido también ha apoyado acuerdos con el gobierno de minoría de Thorning-Schmidt, conformado por socialdemócratas y miembros del Partido Social Liberal, que fueron uno de los grandes perdedores de los comicios (4,6 por ciento y 8 bancas).
Temas como la inmigración y las políticas de integración han ocupado un papel muy importante en las últimas etapas de la campaña.
Unos 4,1 millones de electores votaron para escoger al Parlamento de 179 escaños, incluyendo los cuatro asientos que deciden Groenlandia y las islas Faroe.