MADRID.- Admitiendo un retroceso del independentismo en Cataluña, que puede aumentar con la llegada de los "indignados" a puestos como el ayuntamiento de Barcelona, el presidente regional, Artur Mas, lanzó este sábado un llamado a recomponer la unidad de los soberanistas.
Fragmentado en los últimos meses a nivel político, el movimiento independentista catalán dependería ahora, según Mas, del empuje de las poderosas asociaciones civiles que desde hace años sacan a cientos de miles de personas a las calles en espectaculares manifestaciones para pedir la separación de España.
"Invito a estas entidades soberanistas a que en esta hora decisiva de Cataluña (...) se pongan a trabajar seriamente para conseguir el máximo de unidad posible", lanzó ante miles de seguidores reunidos para el lanzamiento de una precampaña electoral bautizada "¡Bienvenidos al Futuro!".
Nacionalista moderado hasta que en 2012 se sumó a la creciente corriente independentista impulsada por estos grupos de la sociedad civil, el conservador Mas pretende organizar el 27 de septiembre unas elecciones regionales que sirvan de plebiscito sobre la independencia, al negarse Madrid a permitir un referéndum.
La presión de las entidades soberanistas lo llevó, reconoció este sábado, a "ir hasta el límite" y a "jugársela al 100%", convocando el 9 de noviembre de 2014 una consulta juzgada ilegal por Madrid que lo denunció ante los tribunales.
Mas vio sin embargo cómo en los últimos meses bajaba en los sondeos el apoyo entre los 7,5 millones de catalanes a una separación de España, al tiempo que se distanciaba de sus socios políticos y una plataforma ciudadana con figuras surgidas del movimiento 'indignado', entre ellas la nueva alcaldesa Ada Colau, ganaba las elecciones municipales en Barcelona.
"El turbo de la ilusión del proceso soberanista ha bajado", reconoció. "Y ha aparecido un eje nuevo en la política catalana que pone el acento en la lucha de clases pero que va acompañado de la absoluta indefinición sobre el tema soberanista", agregó en referencia a Colau, considerando que el auge de su movimiento amenaza el carácter independentista de las elecciones de septiembre.
Mas quería en un principio que todas las fuerzas independentistas se presentasen a esos comicios unidas y con un programa común. Pero los independentistas de izquierdas de ERC decidieron hace meses concurrir en solitario y esta semana Mas vio romperse, por discrepancias sobre el plebiscito, la coalición que durante 37 años había mantenido con la democristiana UDC.