SHANGHAI.- Los organizadores de la Semana del Orgullo Gay de Shanghai, que se celebra en la ciudad china desde 2009, en un país donde la homosexualidad fue legalizada en 1997 y eliminada de la lista oficial de enfermedades mentales en 2001, dijeron hoy que perciben más tolerancia de las autoridades.
Aunque en el pasado sus actividades fueron interrumpidas en varias ocasiones por las fuerzas del orden y sigue siendo inconcebible que se autorice un desfile en las calles de una ciudad china como ocurre en otras grandes urbes del mundo, en los últimos años se han celebrado eventos sin incidentes, indicaron hoy.
Al concluir de nuevo sin dificultades la edición de este año, uno de su organizadores, Raymond Phang, asegura percibir esa tendencia con esperanza, "al menos por nuestra relación con el Gobierno de Shanghái, que está siendo cada vez más abierto" ante sus iniciativas, según publica hoy el diario hongkonés "South China Morning Post".
Con todo, aunque este año tampoco ha habido interferencias de las autoridades, Phang entiende que, por lo general, tienden a estar "preocupadas" ante cualquier evento de "reunión masiva" de personas, sobre todo tras la avalancha de la Nochevieja pasada que causó 36 muertos y el cese de varios funcionarios locales.
"El Orgullo aquí es un poco único, ya que no tenemos desfile", comentó Phang, y "la Carrera del Orgullo (en la que los participantes llevan banderas con los colores del arco iris, símbolo de las reivindicaciones de los colectivos de homosexuales en todo el mundo) es lo más parecido que podemos tener".
Este año, los organizadores de este evento informal han llegado a ser una treintena de personas, con la asistencia de un centenar de voluntarios.
Entre sus actividades está la propia "Carrera del Orgullo", además de una "Barbacoa Rosa" y distintas actuaciones escénicas y teatrales, concursos y charlas organizadas en distintos lugares de la ciudad, aunque no siempre han podido llevarse a cabo con la naturalidad de estos últimos años.
En abril de 2011 más de 60 personas fueron arrestadas durante horas para ser interrogadas por la policía local, tras una redada en un bar especialmente popular entre la comunidad homosexual de la ciudad, ya que, según las autoridades, se estaban llevando a cabo "exhibiciones pornográficas" (que no precisaron) en su interior.
La mayor tolerancia actual coincide con los cambios de Gobierno que se dieron en 2013 en la ciudad, y después de que la propia prensa oficial de Pekín reprendió en distintas ocasiones con dureza a las autoridades shanghainesas por los obstáculos que pusieron al primer festival del Orgullo Gay de China, el de Shanghái en 2009.
Aun así, en 2010 el festival tuvo que suspender varios actos, como proyecciones de cine, ya que, según las autoridades, los locales donde se iban a celebrar carecían de licencia para ello, aunque en los últimos años la comunicación entre ambas partes parece haber mejorado, así como la sensación de tolerancia oficial.