BEIRUT.- Combatientes del Estado Islámico lanzaron simultáneamente ataques contra el Ejército sirio y la milicia kurda por la noche, volviendo a la ofensiva tras perder terreno en los últimos días frente a las fuerzas lideradas por los kurdos en el bastión islamista de la provincia de Raqa.
En otra ofensiva, los grupos rebeldes atacaron áreas en poder del Gobierno sirio de la ciudad de Dera en el sur, una de las zonas donde los insurgentes han infligido daños a las fuerzas del presidente Bashar al-Assad en los últimos meses, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Respaldado por ataques aéreos liderados por Estados Unidos, la milicia kurda YPG ha penetrado en la provincia de Raqa en las últimas semanas, tomando posiciones clave a los yihadistas, entre ellas Tel Abyad, en la frontera con Turquía.
En una aparente apuesta para retomar la iniciativa, el Estado Islámico atacó posiciones del Ejército sirio en un asalto a la ciudad de Hasaka y lanzó un ataque contra la ciudad de Kobane, controlada por los kurdos y junto a la frontera turca, dijo el Observatorio.
Funcionarios de hospitales de Kobane indicaron que 12 personas murieron y 70 resultaron heridas en una explosión de un coche bomba y los ataques del jueves.
Las fuerzas kurdas retomaron el control de Kobane a finales de enero tras un asedio de cuatro meses por parte del Estado Islámico.
En el sur de Siria, los grupos rebeldes atacaron zonas controladas por el Gobierno en Dera, donde se registraron ataques aéreos, según el Observatorio.
Los insurgentes han ganado terreno frente a los militares sirios en el sur durante los últimos meses, tomando posiciones como una base militar, un paso fronterizo con Jordania, y una ciudad.
Los rebeldes en el sur, entre ellos el frente Nusra vinculado a Al Qaeda y otros grupos que no comparten su ideología yihadista, han dicho que quieren expulsar a las fuerzas del Gobierno sirio de la misma ciudad de Dera.