SANTIAGO.- "En este momento estamos todos en el aire", sostiene Luis Zevallos, chileno que reside en Atenas hace 38 años, sobre el incierto escenario que vive Grecia y que lo tiene
al borde del default, al no contar con los recursos para pagar las deudas que mantiene con la Eurozona, el BCE y el FMI: en total, US$ 362.393 millones.
Cuando llegó a la capital helena nunca pensó la situación que hoy vive en el lugar que él mismo definía como "un paraíso". Ayer, las autoridades decidieron cerrar los bancos para impedir la salida masiva de depósitos.
Este "corralito" financiero tiene a la gente haciendo filas interminables. "Todos quieren sacar lo poco y nada" que tienen, cuenta a Emol Antonio Araya, quien reside en Atenas desde 1979.
Los supermercados están vacíos, las personas pueden sacar sólo hasta 60 euros ($42.712) diarios desde los cajeros automáticos y, además, hay un ambiente de completa incertidumbre.
Los compatriotas que ahí residen no describen un futuro esperanzador, especialmente teniendo en cuenta que el domingo 5 de julio próximo el país realizará un referéndum en el cual votará, entre otras medidas propuestas, la opción de abandonar la Eurozona y volver a su anterior moneda: el dracma.
Para Araya, esto significaría un retroceso "en unos 15 años atrás a lo que estábamos. El país actualmente no tiene nada. Dinero no hay, deudas sí, va a haber más cesantía y entonces todo eso va a afectar. De aquí a que empiecen a invertir van a pasar muchos años".
A pesar de que mantienen su empleo y aseguran no haber tenido problemas con el "corralito" -no invirtieron sus bienes en los bancos del país-, ambos sostienen que la crisis ha complicado al resto de los chilenos que también viven en el país helénico.
"La situación es caótica. No puedo ni pensar qué va a pasar mañana", afirma Zevallos, aunque admite que los compatriotas más afectados han recibido ayuda de la embajada.
"Han estado ayudando incluso con alimentos no perecibles a esa gente. También ofrecieron que si querían volver a Chile, pero es muy difícil que la gente quiera volver porque tienen sus familias acá", agrega.
Tanto regresar como mantenerse en Grecia son situaciones complicadas para ambos. Mientras que Araya argumenta que los estudios de su hijo le dificultarían salir del país, Zevallos cree que volver acá sería parecido a empezar de cero.
"¿Qué puedo hacer en Chile? Yo voy a cumplir 70 años, en poco más voy a tener mi pequeña jubilación ¿Y cómo regreso para Chile? ¿A qué? Si no puedo ni siquiera vender mi departamento que tengo en Atenas porque no me van a dar ni la mitad de lo que pagué por esto, así que hay que aguantar de alguna manera", sentenció.
