QUITO.- El Papa Francisco cierra hoy el primer tramo de su gira latinoamericana por tres países, tras hacer una apasionada petición de que se instaure un nuevo orden económico y ecológico en el que los recursos naturales sean compartidos por todos y no sólo explotados por los ricos.
Francisco visitará a varios ancianos y ofrecerá una charla a sacerdotes locales antes de volar a Bolivia, donde el medio ambiente, la atención a los pobres y la tensa relación entre el gobierno y la Iglesia católica están entre los temas más destacados en su agenda.
El presidente boliviano, Evo Morales, un indígena aimara conocido por su retórica socialista y antiimperialista, recibirá a Francisco en el aeropuerto y le acompañará para un discurso ante autoridades y diplomáticos locales, antes de que el pontífice viaje a la ciudad boliviana de Santa Cruz. La parada en La Paz se reducirá a cuatro horas para evitar al papa, de 78 años, una larga exposición a la extenuante altitud de 4.000 metros a la que se encuentra la ciudad.
Francisco y Morales han coincidido en varias ocasiones, la última en octubre cuando el presidente, un excampesino cocalero, participó en una cumbre en el Vaticano de grupos indígenas y defensores de los pobres, dos comunidades defendidas por Francisco. Ambos comparten la creencia de que los países ricos deben cambiar de dirección de forma drástica para combatir el cambio climático, aunque les separan las iniciativas anticlericales de Morales, que han agriado las relaciones entre el Estado y la Iglesia en Bolivia.
Hablando el martes en Quito sobre el cambio climático, Francisco insistió en los argumentos de su sonada encíclica de este mes al afirmar que el planeta no debe ser explotado por unos pocos por beneficios a corto plazo a expensas de los pobres.
La sociedad tiene una obligación hacia sí misma y con las generaciones futuras de cuidar los recursos naturales, afirmó. Este patrimonio no se pueda legar "sin un adecuado cuidado del medioambiente".
El mensaje del papa es particularmente relevante para Ecuador, una nación andina que tiene uno de los más variados ecosistemas en el mundo, pero que también depende fuertemente del petróleo.
Francisco expresó su petición en dos discursos seguidos, en la Universidad Católica y en un encuentro con líderes empresariales y grupos indígenas. Estos últimos han apoyado la encíclica medioambiental.
Los bienes de la Tierra son para todos, afirmó, y la explotación de los recursos naturales "tan abundantes en el Ecuador, no debe buscar el beneficio inmediato".
Grupos ambientalistas e indígenas han criticado al presidente ecuatoriano Rafael Correa por el impulso de proyectos mineros y petroleros en la Amazonía, que junto con las islas Galápagos convierte a Ecuador en una de las prioridades medioambientales del planeta. Ese apoyo a las prospecciones petrolíferas, acompañado por un aumento en los precios del crudo, ha permitido también a Correa sacar de la pobreza a más de un millón de personas de la pobreza en sus ocho años de gobierno.
Francisco pidió un desarrollo medioambiental responsable, dirigido a ayudar a los pobres sin sacrificar el planeta. La industria petrolífera y sus partidarios, especialmente en Estados Unidos, han criticado la campaña del papa contra los combustibles fósiles como irresponsable y mal informada.
Es probable que Francisco reitere ese mensaje en Bolivia, el país más pobre de Sudamérica. Morales ha sido elogiado por algunos como un héroe ecologista por exigir a las naciones ricas que hagan más por combatir el calentamiento global, pero en su país recibe críticas de los ambientalistas, que le acusan de anteponer la extracción de gas y petróleo a mantener el agua y los bosques limpios.
Tras su paso por La Paz, el papa pasará el resto de su estancia en Bolivia en Santa Cruz, donde celebrará otro encuentro con grupos de bases y visitará a los internos de la violenta prisión de Palmasola. Después viajará a Paraguay.