CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reveló este miércoles que entre los temas tratados en las conversaciones con representantes de Estados Unidos de cara a una normalización de las relaciones diplomáticas está la posibilidad de trabajo conjunto en Haití o el tamaño y función de las embajadas.
"Hay muchos puntos que se están conversando, el tamaño, la función de las embajadas, el respeto al Derecho Internacional, algunas posibilidades de trabajo conjunto con los grandes avances de Petrocaribe y del Caribe, apoyar a la paz y a la prosperidad de Haití cada cual a su manera", enumeró Maduro en una entrevista en el canal TeleSur.
El jefe del Ejecutivo venezolano comentó que hasta el momento se ha entrevistado dos veces en "largas reuniones" en el palacio presidencial de Miraflores con el consejero del Departamento de Estado estadounidense Thomas Shannon, elegido por Washington para esta tarea.
El mandatario señaló que ese camino diplomático abierto en abril pasado es un "gran logro" y "una oportunidad".
"Apuesto a que todo salga bien y ese canal diplomático avance y más temprano que tarde los Estados Unidos, como un todo (...), dé un paso histórico de reconocer a Venezuela, a la revolución bolivariana, como una realidad", sostuvo.
"Lo más importante de todo es que ojalá esta iniciativa diplomática que se ha tomado entre el presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama y mi persona deje buenos resultados para los gobiernos que vienen en el futuro", agregó.
La última visita de un político estadounidense a Venezuela trajo al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, quien sostuvo reuniones con representantes del gobierno y de la oposición.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos se encuentran bajos mínimos desde que en 2010, cuando aún era presidente Hugo Chávez (1999-2013), ambos países se quedaron sin representación a nivel de embajadores,
Esa tensión aumentó este año a raíz del decreto firmado en marzo por Obama en el que declaró a Venezuela como una "amenaza" para la seguridad nacional estadounidense y sancionaba a un grupo de funcionarios venezolanos por supuestas violaciones de los derechos humanos.