SANTA CRUZ DE LA SIERRA.- El Papa Francisco evocó el milagro de la multiplicación de los panes y peces en su visita a Bolivia, uno de los países más pobres de Sudamérica, donde las políticas y la inclusión "dan de comer" pese a culturas globales de descarte y consumismo.
Tras soportar bajas temperaturas en los últimos días, e incluso un calador frío matinal, el sol volvió a salir en Santa Cruz de la Sierra, sobre las cabezas de los fieles que se agolparon en la plaza del Cristo Redentor, a cuyos pies Francisco celebró una multitudinaria misa.
"Jesús nos sigue diciendo en esta plaza: 'Sí, basta de descartes'", clamó el papa argentino tras criticar la "lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable".
Francisco condenó también la lógica que excluye "a todos aquellos que no producen" y no ofrecen resultados, sólo porque "no nos dan los números, no nos cierran las cuentas".
"No es necesario que nadie se vaya. Basta de descartes, denles ustedes de comer", agregó el Pontífice, que inauguró el V Congreso Eucarístico Nacional y pidió una vez más: "no se olviden de rezar por mí".
Francisco, que sorteó el miércoles la altura de La Paz durante su primer día de visita en Bolivia, elogió las políticas sociales del país, que en los últimos años ha registrado un crecimiento económico superior al de sus pares en la región.
"Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del país", dijo el Papa, quien soportó sin mayores contratiempos la altitud de 4.000 metros de El Alto, ciudad colindante a La Paz, antes de viajar a Santa Cruz.
Emoción andina
En su homilía, pronunciada por primera vez ante miles de indígenas de varias etnias bolivianas, quechuas y aymaras, que llegaron de distintas regiones del país, Francisco habló de los olvidados y descartados del mundo, en particular de las mujeres, que "cargan sobre sus hombros (...) las injusticias que no parecen detenerse", lamentó.
"Cargan sobre sí, el gozo y el dolor de una tierra. Ustedes llevan sobre sí la memoria de un pueblo", reconoció al mencionar a las poblaciones con una historia antigua. Algunas peticiones fueron leídas en lenguas nativas como el quechua.
Las palabras de Francisco emocionan a los fieles, con una mayoría de mujeres que no pudieron contener las lágrimas con las palabras del pontífice. Banderas del Vaticano y de Bolivia ondeaban en la plaza. Familias enteras, madres amamantando a sus bebés y cientos de niños hacían filas para conseguir algún recuerdo de la visita.
El obispo de Roma arribó la noche del miércoles a Santa Cruz, procedente de La Paz, y a bordo del papamóvil recorrió el Cambódromo -un parque utilizado para celebraciones de carnaval- donde los fieles lo aguardaron.
El papa Francisco y varios obispos utilizaron el local de una cadena de comida rápida, cercano a la plaza del Cristo Redentor, como sacristía, para cambiarse antes de celebrar la misa, informó el gerente de la firma en el país.
Francisco pernocta hasta el viernes en la casa del cardenal Julio Terrazas, arzobispo emérito de Santa Cruz, debido a que no existe una representación pontificia en esta ciudad.