SANTIAGO.- Acabar con la "desastrosa política de austeridad". Con esas palabras, el Primer Ministro griego Alexis Tsipras comunicó sus intenciones al mando del país tras ganar las elecciones el pasado 25 de enero. Un desafío a Europa, que marcaba el inicio de un clima de tensión.
Sin embargo, casi seis meses después, ese escenario al parecer cambió luego de que la Eurozona y Tsipras
lograran un acuerdo unánime para negociar un tercer programa de rescate para Grecia, en medio de su profunda crisis económica, luego de que incluso el país heleno amenazara con abandonar la Unión Europea.
Este nuevo acuerdo, que deberá ser ratificado por el Parlamento griego, ya ha generado críticas desde sectores de izquierda, que aseguran que el pacto contempla medidas de austeridad que fueron rechazadas en el referéndum celebrado el 5 de julio. Es por eso que, para ellos, cuesta pensar que el Primer Ministro heleno que lideró una postura que hasta un momento fue radical ahora aceptaba concesiones.
Pero, ¿quién es Tsipras y cómo se convirtió en el hombre "clave" de Europa en los últimos meses?
Alexis Tsipras nació en Atenas el 28 de julio de 1974, pocos días después de la caída de la dictadura militar griega. Estudió ingeniería civil en la Universidad Técnica Nacional de Atenas, donde desarrolló su carrera política, la que ya había comenzado a los 17 años, cuando lideró la toma de su colegio en rechazo a la reforma educacional de 1991 mientras integraba las Juventudes Comunistas de Grecia (KNE).
Luego, decidió dejar la KNE para integrar la coalición de izquierda Synaspismós (SYN). Fue secretario político de la rama juvenil del partido, desde donde lideró diversas manifestaciones contra la gobalización y el neoliberalismo. En 2003, el conglomerado incorporó ideas ecologistas y de igualdad de género y, un año después, se unió con otros grupos de izquierda de diversa índole para formar la Coalición de la Izquierda Radical (Synaspismós Rizospastikés Aristerás, Syriza).
En 2004, y tras fracasos electorales, Tsipras asume un rol más protagónico en Syriza, para dos años después convertirse en candidato a alcalde de Atenas, siendo tercero con el 10,5% de los votos. Ahí, se caracterizó por ser un hombre que buscó el contacto directo con los electores. Tras eso, los resultados del partido fueron cada vez mejores.
Desde ahí, la carrera de Tsipras comenzó a crecer. Ya como líder de Syriza, en 2009 llegó al Parlamento, desde donde se perfiló como un hombre de estilo relajado que no usa corbata y prefiere movilizarse en moto. Así, este seguidor del "Che" Guevara (de hecho, uno de sus hijos se llama Ernesto) se mostró como el líder contra las políticas de austeridad en medio de la crisis económica griega.
Con una tremenda capacidad de oratoria, su estilo es muy criticado por sus detractores, que lo consideran "populista". Pero pese a los cuestionamientos, el gran batacazo lo dio en 2015, al convertirse en el Primer Ministro más joven en la historia de Grecia.
Con el apoyo de distintos grupos de izquierda (entre ellos, el español "Podemos"), desafió a la Unión Europea y decidió no cancelar la deuda griega con sus acreedores. Luego, lideró el referéndum en el cual los griegos manifestaron su rechazo a las propuestas del Eurogrupo para paliar la crisis.
Tras ello, comenzaron las negociaciones, que significaron la salida del ministro de Finanzas Yanis Varoufakis (férreo detractor de las medidas austeras). Este lunes, el Eurogrupo dio el sí a la última propuesta hecha por Grecia, y el acuerdo ya fue catalogado de "humillante para Grecia y para el pueblo griego" por el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, por considerar puntos que habían sido rechazados por el referéndum.
Es más, el ministro del Trabajo, Panos, Skurletis, anunció que habrá elecciones anticipadas este año, lo que sería un duro revés para Tsipras.
Ahora, el desafío para el Mandatario es grande, ya que se encuentra en una posición incómoda, obligado a tramitar en el parlamento un impopular paquete de reformas impuesto por los acreedores, a cambio de un nuevo rescate, que podría enfrentarlo a su propio partido.