WASHINGTON.- El secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, anunció este martes que viajará este miércoles a Europa para tratar los últimos acontecimientos en la crisis griega y sostener reuniones con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y los ministros de Finanzas de Alemania y Francia.
Se trata de una parada no prevista en la agenda de Lew, quien se encuentra estos días en Etiopía para participar en la Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo de Naciones Unidas, y desde donde planeaba regresar directamente a Washington.
"El secretario del Tesoro Jack Lew viajará a Frankfort y Berlín, en Alemania, y a París, Francia, para continuar con su compromiso con los socios europeos sobre la evolución de la situación en Grecia", indicó el gobierno estadounidense en un comunicado.
En primer lugar, Lew se entrevistará este miércoles con Mario Draghi, presidente del BCE, en Frankfort, y posteriormente se desplazará el jueves a Berlín para sostener un encuentro con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble.
Por último, en la tarde el jueves, viajará a París para culminar la ronda de entrevistas con el ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, antes de regresar a EE.UU.
"En estas citas, el secretario del Tesoro conversará sobre la situación de la economía global y discutirá los progresos de Grecia dentro de la zona euro", agregó la breve nota.
La visita de Lew, que ha estado en contacto con los líderes europeos durante todas las negociaciones, se produce días después de que los acreedores internacionales y el gobierno heleno de Alexis Tsipras alcanzasen un principio de acuerdo para un tercer rescate financiero que estabilice la difícil situación económica de Grecia.
Precisamente hoy, Tsipras aseguró que los bancos griegos, cerrados desde hace más de dos semanas, podrán reabrir una vez que el acuerdo alcanzado el lunes en Bruselas haya sido ratificado por los parlamentos en la eurozona que requieren de votación.
Según las primeras previsiones de las autoridades europeas, el tercer rescate de tres años de duración puede sumar entre 82.000 y 86.000 millones de euros (entre 88.000 millones y 94.000 millones de dólares), de los que una parte constituirá un préstamo a cargo del fondo de rescate permanente de la eurozona (MEDE) y otro del FMI.
A cambio, Atenas se compromete a aplicar un importante programa de ajuste fiscal y de reformas laborales, entre las que se incluyen recortes de las pensiones, subida de impuestos y modificación del sistema de prejubilaciones.