LONDRES.- El ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, anunció hoy que el Gobierno quiere imponer a los médicos del Servicio Nacional de Salud (NHS) que trabajen los fines de semana, pues la falta de personal experimentado los sábados y domingos es "causa de unas 6.000 muertes al año" en Inglaterra.
Al defender el plan, el político explicó que un paciente que ingresa en el hospital un domingo tiene "un 15% de posibilidades más de morir" que uno que entra un miércoles, por lo que quiere que los hospitales tengan médicos con experiencia los fines de semana.
En ese sentido, el ministro dio a los médicos especialistas y a los residentes del NHS un plazo de seis semanas para negociar sus nuevos contratos, en los que se considerará el nuevo plan.
"No tenemos duda: si no hay negociación, estamos dispuestos a imponer las nuevas condiciones", amenazó Hunt.
Por su parte, la Asociación Médica Británica (BMA) manifestó su apoyo al incremento de estas jornadas pero reclamó al Gobierno un plan realista de financiación.
Asimismo, el presidente del BMA, Mark Porter, acusó al ministro de Sanidad de enfocar la reforma de manera "simplista".
"El anuncio de hoy es un ataque en toda regla a los médicos para enmascarar que en dos años el Gobierno no ha sido capaz de aportar propuestas concretas", denunció Porter.
El próximo mes de septiembre es la fecha prevista para que el Gobierno alcance un acuerdo con la Asociación Médica Británica sobre los nuevos contratos para los médicos.