SANTIAGO.- La canciller alemana, Angela Merkel, está siendo duramente criticada por ciertos grupos a nivel mundial producto de su reacción, tildada por algunos como "poco empática", ante el llanto de una niña palestina que le hizo saber su situación irregular en el país, la cual pone en duda su continuidad ahí. A pesar de eso, hay otros sectores que defienden el actuar de la líder germana y manifiestan que, aunque la consoló, no puede "saltarse" por un caso particular las leyes vigentes.
La situación es la siguiente: en un encuentro entre Angela Merkel y un grupo adolescentes en Rostock, una niña dio a conocer su testimonio. Tras ello, la Canciller le comentó que, pese a entender su caso, existía una normativa muy estricta en materia de asilo, por lo cual no todos los refugiados podrían obtener la residencia y algunos deberían salir del país, momento en que la joven de 14 años comenzó a llorar.
Al ver la reacción de la niña, Angela Merkel se acercó a ella intentado consolarla y felicitándola por lo bien que expuso su idea, pero mantuvo su postura de ceñirse a la regulación existente en Alemania, la cual calificó como "política de Estado".
Sobre el revuelo causado por esta situación, la viceportavoz gubernamental, Christiane Wirtz, declaró que "el Gobierno federal no tiene nada que comentar al respecto (…) Pero se subió un video en la web de Cancillería para que cada uno juzgue de manera global lo sucedido".
En Alemania se ha tratado la cuestión con comprensión hacia la Canciller, explicando que no quiso engañar a la niña con falsas promesas. Sin embargo, desde el exterior, de manera mayoritaria, se señala lo ocurrido como una constatación de la sangre fría o falta de compasión de la líder germana.
La escolar, por su parte, manifestó en distintos medios que Merkel se había comportado con ella de forma "cortés", aunque añadió que hubiera deseado escuchar "algún tipo de mensaje de esperanza, aunque fuera sólo un poco".
La responsable del Departamento Federal de Migración, Aydan Özuguz, explicó que la joven tiene "buenas posibilidades" de quedarse en Alemania, en virtud de las últimas regulaciones impulsadas por el Gobierno y que atienden a cuestiones como el buen nivel de integración en el país y dominio del idioma.