PUL-E ALAM.- Un bombardeo estadounidense mató a 10 soldados afganos este lunes en un control militar al sur de Kabul, en una zona donde están implantados los rebeldes talibanes, en el último incidente de "fuego amigo" por parte de las fuerzas de la coalición extranjeras.
"A las 06:00 horas de esta mañana (22:30 del domingo en Chile), dos helicópteros estadounidenses atacaron un puesto de control del Ejército afgano", declaró Mohamad Rahim Amin, gobernador del distrito de Baraki Barak, en la provincia de Loga, donde tuvo lugar el bombardeo.
"El puesto de control se incendió y fue completamente destruido. Diez soldados afganos murieron" y otros cuatro resultaron heridos, agregó.
En un primer momento, las autoridades habían anunciado 14 soldados muertos.
El balance fue confirmado por un portavoz del gobierno provincial, Din Mohammad Darvish.
Según el gobernador de Baraki Barak, el puesto militar bombardeado "no era una zona sospechosa".
"La bandera afgana ondeaba en el puesto de control cuando los estadounidenses lanzaron el ataque", agregó.
Interrogado por la AFP, un responsable militar estadounidense admitió que estaba "al corriente" de que en la mañana del lunes se había producido "un incidente que implica a las fuerzas estadounidenses en la provincia de Logar".
"Se está investigando", añadió ese responsable.
La OTAN concluyó su misión de combate en Afganistán el pasado diciembre, dejando sola a Kabul en su lucha contra los talibanes, si bien mantuvo una fuerza residual para entrenar a las fuerzas afganas y llevar a cabo operaciones de contraterrorismo.
El Pentágono, no obstante, también trata de matar a rebeldes activos en el este de Afganistán, en la frontera con Pakistán. Así, un disparo desde un dron estadounidense mató a principios de mes al jefe de la organización Estado Islámico (EI) en Afganistán y Pakistán, Hafez Said.
Durante la ofensiva estival, los insurgentes han incrementado sus ataques contra el gobierno local y objetivos extranjeros.
Responsables afganos se reunieron con jefes talibanes la semana pasada en Murree, ciudad turística al norte de la capital paquistaní, en su primer encuentro cara a cara con el objetivo de entablar conversaciones de paz.
Los delegados de ambos bandos acordaron reunirse de nuevo en las próximas semanas.