Mauricio Macri es la principal competencia del candidato del oficialismo, Daniel Scioli.
EFE
SANTIAGO.- La segunda vuelta llevada a cabo ayer domingo en Argentina, en la que se eligió al nuevo alcalde de Buenos Aires, tuvo un sabor agridulce para Propuesta Republicana (PRO), el pacto de centroderecha al cual pertenece el candidato presidencial Mauricio Macri.
Pese a que
la carta de ese partido Horacio Rodríguez obtuvo la victoria, la diferencia con Martín Lousteau (ECO) no fue la que se presagiaba. Ello, fue visto como una victoria para el gobierno de Cristina Fernández -y consecuente derrota para Macri-, teniendo en cuenta la cercanía de las presidenciales, en las que Daniel Scioli (Frente para la Victoria) buscará mantener la Casa Rosada en manos del kirchnerismo.
Pese al optimismo gubernamental, el empresario sigue siendo la opción más fuerte para poner en jaque la opción de que el oficialismo continúe por un cuarto período a cargo del país.
Dinero, política y fútbol
De 56 años, Macri es considerado uno de los herederos de las fortunas más importantes de su país. Hasta este año ejerció como alcalde de la Buenos Aires, puesto que ahora ocupará Rodríguez.
Uno de los momentos que marcó la vida de la actual carta presidencial de la centroderecha ocurrió el 24 de agosto de 1991, cuando fue atacado en la puerta de su casa. Allí, lo golpearon, amordazaron, encapucharon y encerraron en un ataúd. Pasó 12 días secuestrado. Para rescatarlo, su familia debió pagar casi US$ 6 millones.
Su carrera no sólo ha estado ligada al mundo político, sino que también estuvo al mando de la directiva de Boca Juniors, siendo su período el que más títulos le dejó al equipo, que encabezó entre 1995 y 2007. Al año siguiente, debió retomar el cargo debido a un fallo que anuló las elecciones internas, por lo que las antiguas autoridades debieron reasumir sus roles.
Realizar este trabajo de manera simultánea con su labor de alcalde de Buenos Aires le trajo críticas por parte de sus contendores, quienes declararon que era inconstitucional. Pocos meses después, dejó ese rol de manera definitiva para centrarse de lleno en la política.
En 2003, Macri creó el partido Compromiso para el Cambio, el cual dos años después se fusionó con el pacto Recrear para el Crecimiento. La unión dio como resultado lo que actualmente se conoce como PRO. Desde 2005 hasta 2007, antes de transformarse en jefe comunal de la capital, ocupó el puesto de diputado por la ciudad de Buenos Aires.
Las reformas de Macri
De ser electo, los cambios con la actual administración se harían notar de manera inmediata. En materia económica, el candidato opositor aseguró que instauraría reformas a favor del libre mercado, las que -a su parecer- ayudarían a restaurar la confianza tanto a nivel nacional como internacional. Sus propuestas son vistas con buenos ojos por parte del sector empresarial trasandino.
Pese a que no corre con ventaja frente al oficialista Daniel Scioli, según los analistas, la opción de Macri todavía tiene opciones de crecimiento. Su trabajo en los próximos meses consistirá en convencer a quienes están buscando una alternativa que mezcle tanto la continuidad como el cambio, y conquistar a aquellos que anteriormente apoyaron al actual oficialismo, pero que ahora están desencantados.