El último mensaje de Yasuda (derecha) fue enviado el 23 de junio a otro periodista japonés.
AP
TOKIO.- Aumenta la preocupación sobre el paradero de un periodista independiente japonés en Siria, de quien no se sabe nada desde hace un mes. El país árabe se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
No se conoce el motivo por el que Jumpei Yasuda, que informa desde Oriente Medio desde 2002, no ha establecido contacto ni tampoco se sabe si fue secuestrado en un país devastado por la guerra.
Yasuda ya fue secuestrado en Irak en 2004, con otros tres japoneses, pero quedó en libertad luego de que clérigos islámicos negociasen por él.
Kosuke Tsuneoka, otro periodista independiente, dijo que recibió un mensaje de Yasuda en Siria el 23 de junio, pero que no ha vuelto a saber de él desde entonces. Está preocupado porque no es normal que Yasuda no establezca contacto durante tanto tiempo.
"No es normal que no haya habido contacto con él en absoluto", dijo Tsuneoka en una entrevista telefónica, añadiendo que no deberían apresurarse las conclusiones sobre el paradero del reportero.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que está al tanto de las informaciones pero no confirmó la información.
También esta semana, una asociación de prensa española anunció la desaparición de Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre, tres periodistas españoles que entraron en Siria en otro grupo.
Más de 220.000 personas han muerto en los cuatro años de guerra en Siria, donde milicianos del grupo Estado Islámico han realizado asesinatos y secuestros, como los del periodista independiente japonés Kenji Goto y su compatriota Haruna Yukawa, que dirigía una empresa de seguridad. Ambos fueron asesinados este año.
La mayoría de los medios, incluyendo las principales empresas japonesas, han salido de Siria. El gobierno nipón desaconseja viajar al país. No se sabe cuántos periodistas locales o extranjeros están retenidos en Siria, aunque es probable que sean unas docenas de personas.
Yasuda, que informó desde Afganistán e Irak, escribió un libro hace cinco años sobre trabajadores en zonas de guerra. Para documentarse para su libro trabajó durante casi un año como cocinero en Irak.
Su último tuit se envió el 21 de junio, cuando se quejó de que su trabajo se veía obstaculizado a menudo y que dejaría de tuitear sobre su paradero y sus actividades, sin dar más detalles.
"Lo que ves yendo a sitios es limitado, especialmente en la guerra, y nadie va allí pensando que todo puede comprenderse sólo por estar allí", tuiteó Yasuda el 18 de junio.