BOGOTÁ.- Los negociadores de paz del Gobierno colombiano viajan este miércoles a Cuba para una nueva etapa en el proceso de diálogo con las FARC que estará marcada por el cambio de algunos miembros de la delegación rebelde y las renovadas esperanzas que aporta el alto al fuego unilateral que la guerrilla inició el lunes.
Encabezados por el jefe de la delegación, Humberto de la Calle, el grupo partirá de la base militar de Catam, en Bogotá, para retomar unos diálogos que a partir de ahora carecerán de ciclos, según anunciaron las partes el pasado 12 de julio.
Para acelerar las negociaciones, los equipos trabajarán sin interrupciones en los dos puntos que faltan, referidos a víctimas y desarme y desmovilización de guerrilleros.
El tiempo es clave porque el proceso cuenta con cuatro meses, hasta noviembre, para producir avances concretos; llegado ese punto, el presidente Juan Manuel Santos evaluará los resultados obtenidos para decidir si continúa los diálogos o no.
Así las cosas, los negociadores parten sabiendo que comienza un "momento definitivo", como lo definió el ministro de Interior colombiano, Juan Fernando Cristo, que no obstante está marcado por la esperanza del alto al fuego unilateral que las FARC iniciaron este lunes.
La medida busca reducir la intensidad del conflicto para facilitar más las negociaciones, enturbiadas en los últimos dos meses por la ofensiva militar y las 372 acciones armadas que, según analistas, cometió la guerrilla al concluir el 22 de mayo su anterior tregua unilateral, que duró cinco meses.
Queda la duda de cuánto durará este nuevo alto el fuego, ya que según las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se extenderá por un mes, en tanto que Santos aseguró que duraría hasta noviembre.
Junto a la tregua del grupo armado, De la Calle y su equipo tienen la novedad de encontrar a otros miembros en la delegación de las FARC, puesto que los subversivos cambiaron en los últimos dos días a 17 miembros de su delegación.
La "rotación", según anunció la gubernamental oficina del Alto Comisionado para la Paz, no afecta a ningún miembro del Secretariado, máximo órgano de las FARC, si bien hasta el momento no se han desvelado detalles sobre quiénes son los nuevos negociadores de la guerrilla o la identidad de los relevados.
Según acordaron las partes antes de comenzar el proceso de paz, en cada delegación pueden participar hasta 30 participantes.