ANKARA.- Autoridades turcas avanzan en la construcción de un muro a lo largo de la frontera con Siria con el fin de evitar nuevas incursiones de milicianos del Estado Islámico (ISIS), luego del sangriente atentado en Suruc que dejó más de 30 muertos.
Otro incidente ocurrido hoy, en el que murió un uniformado, fue seguido por disparos de tanques contra posiciones de la milicia yihadista.
Ankara mantiene un amplio despliegue militar en el borde que lo separa de su vecino del sur, escenario de la expansión del yihadismo que busca establecer un "califato" en el extenso territorio bajo su control.
Un funcionario de alto rango del gobierno turco indicó que un muro modular de 150 kilómetros, que puede descomponerse por partes e instalarse en distintos puntos, será erigido a lo largo de la frontera. En otros lugares se reforzarán las alambradas.
Asimismo, se colocarán focos en un tramo de 118 kilómetros y se mejorará el trazado de las carreteras con el fin de facilitar los patrullajes.
Los trabajos implicarán una inversión de 230 millones de liras turcas (83,5 millones de dólares), precisó la fuente.
Aviones sin piloto
Al mismo tiempo, unidades militares turcas están cavando una zanja de 365 kilómetros de largo en la frontera.
Las fuerzas turcas también han desplegado cerca de 90% de sus aviones no tripulados (drones) y aparatos de reconocimiento tripulados en las zonas limítrofes con Siria, informó el Ejército.
Del mismo modo, la mitad de los 40.000 militares que custodian las fronteras de Turquía -incluidas las zonas limítrofes con Irak, Irán, Armenia, Georgia, Grecia y Bulgaria- está ahora en la frontera con Siria.
Las milicias de ISIS controlan un extenso territorio formado por secciones de Irak y Siria, donde han establecido un "califato" responsable de ejecuciones masivas, violaciones a los derechos humanos, persecución de minorías y destrucción del patrimonio cultural.