Reuters (archivo-imagen referencial)
SANTIAGO.- El cadáver de un joven de nacionalidad chilena, identificado como Erik Patricio Morales Navarro, apareció incinerado en un domicilio de la ciudad de Oruro, en Bolivia. En el lugar también estaba su pareja, Lizandra Colque Romero, una mujer boliviana cuyo cuerpo también estaba quemado.
El macabro hallazgo fue hecho por la policía el pasado 21 de julio, luego de que uno de los parientes de Colque denunciara su desaparición.
El sargento de la policía de Oruro Gari Arias, señaló a
Emol que durante la autopsia, llevada a cabo la jornada de ayer, se pudo constatar que "en la data de muerte de las dos personas existe una diferencia aproximadamente de dos semanas (...) Lizandra Colque habría fallecido dos semanas antes".
La pericias arrojan que la mujer sufrió asfixia mecánica (estrangulamiento) y compresión cervical. El cadáver del joven, en tanto, mostraba indicios de asfixia por sofocación, daños internos y una herida cortopunzante en el brazo izquierdo que comprometía una arteria.
Los análisis no han permitido determinar hasta ahora las razones detrás del deceso. "Puede ser que haya sido (un crimen) pasional o que haya ocurrido de mano criminal", indicó el funcionario policial.
Otro dato que se investiga es la presencia de droga en el hogar de las víctimas. "En el domicilio donde se encontraron los cadáveres se ha encontrado en un sobre restos de marihuana. De eso se ha hecho cargo el personal de narcóticos", agregó Arias.
Buscan repatriar restos
Familiares de Morales señalaron que lo habrían visto por última vez el 21 de abril, día que decidió dejar la ciudad en que vivía, Iquique, para seguir a su pareja, según indicó un reporte del noticiario Chilevisión Noticias.
Sus parientes dijeron que habían solicitado ayuda al Gobierno chileno para traer el cuerpo del joven de regreso a su país.