Las fuerzas gubernamentales afganas siguen bajo el acoso de los talibanes.
AFP (archivo)
KUNDUZ.- Los talibanes se anotaron una importante victoria al norte de Afganistán al apoderarse de una base policial donde ordenaron rendirse a más de un centenar de agentes, según confirmaron fuentes oficiales.
La acción, ocurrida el sábado en la provincia de Badajshan, es uno de los peores golpes sufridos por el gobierno desde el fin de la misión de pacificación de la OTAN.
"Más de 100 policías en la base lucharon durante tres días y tenían suficientes armas y municiones para continuar luchando durante tres meses" declaró el jefe de las fuerzas de seguridad en la provincia, general Baba Jan.
"Se rindieron tras un acuerdo con los talibanes. Toda munición y el equipo cayeron en manos de los insurgentes", agregó.
El vicegobernador provincial, Gul Mohammad Bedar, calificó el hecho como "un gran acto de traición" y prometió una investigación a fondo.
Los agentes fueron detenidos brevemente por los talibanes antes de ser puestos en libertad. Algunos de ellos acusaron a sus comandantes de "traicionarlos" al pactar con los insurgentes, aseguró Baba Jan.
En tanto, el portavoz talibán Zabihulá Mujahid, confirmó en un comunicado que "los policías fueron liberados a condición de que no se unan al gobierno de Kabul".
A pesar de un incipiente proceso de paz, las fuerzas de seguridad afganas siguen sufriendo ataques de los yihadistas, que dominan importantes áreas del país luego de la retirada de las fuerzas internacionales.