ESTAMBUL.- El Gobierno turco quiere expulsar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de las regiones sirias fronterizas con Turquía, pero no prevé una intervención terrestre, sino ayudar a milicias sirias moderadas, según palabras del primer ministro, Ahmet Davutoglu.
"Nuestro objetivo es que no queremos ver al EI en nuestra frontera. Cómo lo haremos, qué pasos daremos, eso nos lo reservamos, pero no queremos verlo. Queremos reemplazarlo con la oposición moderada", manifestó Davutoglu al diario Hürriyet.
"La protección aérea es una cuestión importante. Proteger desde el aire al Ejército Libre de Siria (ELS) o a elementos moderados que luchan contra el EI (...) Si nosotros no enviamos tropas al terreno, que no las enviaremos, es obvio que hay que proteger a los elementos que colaboran allí con nosotros como tropas en el terreno", detalló.
También se acelerará el programa de entrenamiento y equipamiento de combatientes sirios que desde hace meses se realiza en Turquía en colaboración con Estados Unidos para formar unidades de combate contra el EI, agregó el primer ministro en funciones.
Fuentes del Gobierno turco señalaron ayer a Efe que los primeros 54 milicianos entrenados en este programa ya se hallan en Siria para cumplir su misión.
La campaña de bombardeos aéreos tanto contra el EI en Siria como contra los refugios de la guerrilla kurda, el PKK, en el norte de Irak, lanzada el viernes pasado, ha "cambiado el equilibrio regional", dijo Davutoglu.
"Estoy seguro de que tanto los actores regionales como los actores políticos dentro de Turquía se dan cuenta de que el 23 de julio (el día antes del bombardeo) y el 25 de julio representan dos épocas diferentes", insistió.
Anoche despegó otro escuadrón de cazas F16 desde la base aérea de Diyarbakir para atacar los refugios del PKK en las montañas de Kandil, en el norte de Irak, pero también bombardeó posiciones de la guerrilla en la provincia de Hakkari, en el extremo sureste de Turquía, asegura hoy la cadena turca NTV.
Davutoglu achacó al PKK la responsabilidad de la escalada de tensión que desembocó el sábado en la ruptura formal del alto el fuego unilateral que la guerrilla había proclamado hace dos años.
"Si el PKK hubiese retirado todas sus fuerzas de Turquía, tal y como prometió en mayo de 2013, ahora no verían a cazas turcos sobrevolando Kandil", recalcó.