La ofensiva ocurrió en Hasaka.
Reuters
BEIRUT.- Las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad y las milicias kurdosirias expulsaron este martes totalmente a los combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) del interior de la ciudad de Al Hasaka, en el noreste de Siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los efectivos gubernamentales retomaron el control del barrio de Al Zuhur en la entrada meridional de la localidad.
Mientras, prosiguen los combates entre ambos bandos en el extrarradio sureño de Al Hasaka, donde el EI lanzó una ofensiva el pasado 25 de junio contra las áreas dominadas por las autoridades sirias, en la que conquistó un cuarto de la población.
Antes del ataque de los extremistas, la urbe estaba divida en barrios controlados por el régimen, que tenía en su poder el 40% de su superficie, y los dominados por la autoproclamada Administración interina kurdosiria, que tenía el resto.
El Observatorio apuntó que en las últimas 48 horas han fallecido al menos 20 milicianos del EI, con lo que aumenta a 287 el número de bajas yihadistas desde el comienzo de la ofensiva del Estado Islámico en Al Hasaka.
Entre esos muertos, hay al menos veintiún radicales que cometieron atentados suicidas y veintiséis menores de edad pertenecientes a la organización extremista.
En el bando del régimen, al menos 120 soldados y milicianos progubernamentales han perecido en este tiempo, mientras que el Observatorio no ofreció una cifra exacta de fallecidos en las filas de las Unidades de Protección del Pueblo -fuerzas kurdosirias- e indicó que hubo decenas de fallecidos.
Durante las operaciones contra el EI, los milicianos kurdosirios han ampliado las zonas que tenían en sus manos en Al Hasaka y han tomado el distrito de Neshua Occidental, antes en poder del régimen, con lo que actualmente controlan el 75 % de la localidad, dijo hace tres días un responsable gubernamental kurdosirio.