El cardenal Cipriani indicó que Perú no aceptará "el neocolonialismo promovido por algunos países poderosos materialmente".
El Comercio de Perú, GDA
LIMA.- El Presidente de Perú,
Ollanta Humala, participó hoy en la tradicional misa Te Deum ofrecida en la Catedral de Lima por el arzobispo Juan Luis Cipriani, dando inicio a los actos oficiales por la celebración del aniversario de la independencia del país.
Humala llegó acompañado de su esposa, Nadine Heredia, minutos después de que lo hicieran los 19 ministros y las autoridades del Congreso y del Poder Judicial.
Cipriani celebró la misa por el 194 aniversario de la independencia del país e inició la homilía hablando sobre el valor del patriotismo.
"Quienes vivimos en el Perú tenemos una deuda muy grande con Dios por todo lo que nos ha concedido a través de esta hermosa realidad que es nuestra patria", dijo Cipriani.
El arzobispo felicitó al país y al gobierno por "el respeto a la célula fundamental de la familia", en referencia al archivamiento de los proyectos de ley sobre el aborto por casos de violación y la unión civil no matrimonial entre personas del mismo sexo.
"No aceptemos el neocolonialismo promovido por algunos países poderosos materialmente hablando, pero espiritualmente enfermos. El Perú tiene su propio camino. No sigamos a países que caminan en la oscuridad y que ellos llaman prácticas modernas, todas contra la familia, el matrimonio y la vida", dijo.
Según encuestas privadas, un 60% de habitantes del Perú, país considerado conservador y de fuerte influencia católica, estuvo en contra de entregar derechos a los homosexuales.
"Todo lo que no fortalezca a la familia es desaprobado por el pueblo", afirmó Cipriani.
Al finalizar la homilía, el arzobispo pidió prudencia a los peruanos en las elecciones presidenciales de 2016. "Debemos realizar un compromiso con honradez y transparencia en el proceso que se elegirá los gobernantes", dijo.
Al término de la misa, Humala partió hacia el Congreso para pronunciar su discurso anual con motivo de su penúltimo año en el gobierno, al cual llega con una notoria caída en los sondeos de popularidad.