Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
AP
JERUSALÉN.- El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó hoy la construcción de 300 nuevas viviendas en el asentamiento judío de Bet El, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, para calmar la ira de los colonos por la demolición de dos inmuebles en cumplimiento de una orden judicial.
Según un comunicado oficial "después de consultas en la Oficina del Primer Ministro se ha aprobado la edificación inmediata de 300 viviendas en Bet El, cuya construcción fue prometida hace tres años por el Gobierno de Israel a raíz del traslado de inmuebles de (la colonia) en la colina de Ulpaná".
Netanyahu ordenó también la venta de 91 viviendas ya construidas en la colonia de Pisgat Zeev (barrio del norte de Jerusalén), y la planificación de otras 24 en el mismo emplazamiento, además de 330 en Ramot, 70 en Guiló y 19 en Har Homá, todos ellos en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este.
Medios locales indican que detrás de la decisión se esconden las fuertes presiones que ha ejercido del ministro de Educación, Naftalí Benet, que este martes, durante una visita a Bet El, pidió al Ejecutivo llevar a cabo una política acorde con la ideología nacionalista.
"Ha llegado el momento de que el Gobierno nacionalista lidere con la ideología por la que ha sido elegido y no siga el camino de la izquierda", expresó el líder Judío.
Hoy, en la ronda de consultas, Benet pidió sofocar la ira entre sus seguidores y dar una respuesta acorde a las circunstancias, demanda ante la que Netanyahu se "rindió", informó el medio local,"Ynet".
"Netanyahu ha vendido el país a los extremistas", afirmó por su parte el líder del partido Yesh Atid, el exministro Yair Lapid, al protestar una decisión que en círculos opositores ha sido vista como una muestra de la "debilidad" del primer ministro ante el ala más radical de su partido y de sus socios nacionalistas.
La fuga de un sólo diputado de la coalición haría que Netanyahu perdiese inmediatamente la mayoría parlamentaria.
Esta decisión de planificar o construir las casi 750 viviendas sigue a un fallo judicial hoy que obligaba al Gobierno a demoler dos edificios con 24 viviendas en una parcela dentro del perímetro del asentamiento, que se erige sobre tierras privadas palestina.
El Gobierno israelí habría pedido su legalización retroactiva. Los jueces rechazaron el recurso de los colonos, apoyado por el Gobierno, y sentenciaron que debían ser demolidos de forma inmediata.