KABUL.- El Gobierno de la República Islámica de Afganistán confirmó la muerte del mulá Mohamed Omar, líder de los talibanes, quien falleció en abril de 2013 en Pakistán.
Un portavoz del Directorio Nacional de Seguridad informó que el deceso ocurrió en abril "en un hospital de Karachi bajo circunstancias sospechosas".
"Estaba enfermo. Pero no tenemos seguridad de si murió durante su enfermedad o debido a otras razones. Aún estamos investigando eso", agregó. Además, aseguró que su cuerpo fue identificado por su hijo.
Producto de esto, el consejo talibán convocó un encuentro para elegir a un nuevo líder.
Las autoridades aprovecharon esta instancia para hacer "un llamado a todos los grupos armados de oposición a aprovechar la oportunidad y sumarse al proceso de paz".
Por su parte, el portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, anunció un comunicado sobre la muerte, pero se negó a confirmar o negar la información por el momento.
Los rumores sobre este fallecimiento surgieron a comienzos de semana cuando una facción disidente del movimiento, Fidayee Mahaz, dio la información.
Las últimas revelaciones llegan justamente dos días antes de la segunda ronda de conversaciones de paz previstas entre el gobierno afgano y los talibanes en Pakistán.
El pasado 15 de julio se difundió un supuesto mensaje del mulá Omar con motivo del fin del mes sagrado del ayuno musulmán, el Ramadán, en el que daba un apoyo velado a las negociaciones.
El mulá Omar luchó en los años 80 contra las tropas soviéticas en Afganistán. Tras la caída del régimen comunista en 1992 comenzó una guerra civil en Afganistán que cuatro años después llevó a los talibanes al poder.
Hasta 2001 presidió el Gobierno talibán en Afganistán, durante el que impuso una interpretación radical de la legislación islámica, la sharía. Además, ofreció refugio al entonces líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 los talibanes se negaron a entregar a Bin Laden a Estados Unidos, sentando las bases de su propio final: una coalición internacional liderada por Estados Unidos entró en el país ese mismo año y puso fin al régimen talibán.
Desde entonces el mulá Omar estaba desaparecido. Estados Unidos puso una recompensa de 10 millones de dólares por el líder talibán, cuyo paradero se sospechaba en Pakistán.
Otras informaciones sobre su muerte habían sido continuamente desmentidas por los talibanes.