BOGOTÁ.- El ex jefe paramilitar Fredy Rendón, alias “El Alemán”, quien dirigió una milicia a la que se le atribuyen 18 masacres, fue dejado en libertad este jueves por orden judicial, confirmó a la AFP una fuente del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (INPEC).
Según la fuente, Rendón salió de la cárcel del municipio de Itaguí, en el departamento de Antioquia, en cumplimiento de una orden que le otorgó la libertad tras cumplir una condena de ocho años de prisión.
Rendón, hermano del extraditado narcotraficante Daniel Rendón ("Don Mario"), dirigió a finales de los años 1990 y comienzos de los 2000, el bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una facción de ese grupo de extrema derecha a la que se le atribuyen 18 masacres, según el estatal Centro Nacional de Memoria Histórica.
En marzo de este año el Tribunal Superior de Medellín había otorgado la libertad del ex paramilitar, pero esta medida no se hizo efectiva porque un juzgado de Ejecución de Sentencias determinó que Rendón no había cumplido la totalidad de la pena alternativa contemplada en la Ley de Justicia y Paz, de ocho años de prisión.
En ese momento el juez también indicó que contra "El Alemán" estaban abiertos siete procesos en la justicia ordinaria pendientes de resolver.
Los paramilitares desmovilizados se comprometieron a contar la verdad de sus crímenes, reparar a las víctimas y cooperar con la justicia, a cambio de aplicar un régimen transicional, denominado "Ley de Justicia y Paz" que les otorgaba penas alternativas de un máximo de ocho años de prisión.
Entre 2003 y 2006, unos 32.000 integrantes de milicias paramilitares se desmovilizaron en acuerdo con el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Tomando como justificación el combate a las guerrillas de izquierda, los paramilitares cometieron cientos de crímenes contra la población civil, especialmente en zonas rurales.
El conflicto armado colombiano, en el que durante más de medio siglo han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, agentes del Estado y bandas criminales, ha dejado al menos 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.