WASHINGTON.- El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos ha abierto una investigación sobre la muerte del león Cecil, el más famoso de Zimbabue, a manos de un ciudadano estadounidense, informó este jueves el diario local Minneapolis Star Tribune.
Aunque el animal no estaba protegido por la ley de EE.UU., ya que la cacería tuvo lugar en África, las autoridades estadounidenses aseguraron al diario que "comparten" el interés de Zimbabue en la protección de las especies amenazadas, y además investigan si la muerte del león pudo estar conectada con una red ilegal de tráfico de animales.
La ley estadounidense prohíbe específicamente el comercio de animales que hayan sido cazados, transportados o vendidos de forma ilegal.
La muerte de Cecil a manos del dentista residente en Minesota Walter James Palmer ha desatado una oleada de críticas en EE.UU., internet y las redes sociales se han llenado de comentarios sobre lo ocurrido y varios ciudadanos han acudido a protestar a la clínica de Palmer, que lleva cerrada varios días.
De hecho, el primer problema con el que se han encontrado los agentes del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, según el Star Tribune, es que no han podido localizar a Palmer, a quien los medios tampoco han podido encontrar desde que emitió un comunicado reconociendo la autoría de la cacería el martes.
En ese comunicado, Palmer afirmó que actuó convencido de que la cacería en la que participó era legal y que contaba con "todos los permisos" necesarios.
"Que yo sepa, todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente gestionado", añadió.
Palmer subrayó también que "no tenía ni idea" de que Cecil fuera el león más famoso de Zimbabue y que se basó en la "experiencia" de los guías profesionales locales para garantizar una "cacería legal".
Según la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés), Palmer participó el pasado 6 de julio en una cacería nocturna en el Parque Nacional de Hwange, en el oeste del país.
El león Cecil, de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no sería ilegal cazarlo.
"Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero este disparo no lo mató. Lo rastrearon hasta que lo volvieron a encontrar, 40 horas más tarde, y le volvieron a disparar con un arma", explicó el presidente de la ZCTF, Johnny Rodrigues.