Polémica ha causado muerte de león Cecil en Zimbabwe
AP
HWANGE.- El juicio contra el organizador del safari durante el cual fue abatido el conocido león Cecil en Zimbabwe fue aplazado hasta septiembre a petición de su defensa.
Theo Bronkhorst, un cazador profesional zimbabuense, tendrá que comparecer el 28 de septiembre ante el tribunal de Hwange, situado cerca de la reserva donde vivía el león.
Bronkhorst está acusado de haber organizado la cacería de Cecil, que ocurrió en las afueras del parque nacional de Hwange durante una expedición en la que el estadounidense Walter Palmer mató al felino con una flecha el 1 de julio.
El sábado, Bronkhorst dijo en una entrevista que cree que no hizo nada malo.
"No creo que faltara a ninguno de mis deberes, fui contratado por un cliente para organizar una cacería y disparamos a un viejo león macho que, para mí, había superado su edad reproductiva, y no creo haber hecho nada malo", dijo el cazador zimbabuense por teléfono.
Por su parte Walter Palmer, pedido en extradición por Zimbabwe, afirmó ser "totalmente inocente".
"Yo le vendí una caza que era totalmente legal", dijo Bronkhorst, quien afirma que todo estaba en regla y que recibió 55.000 dólares por su trabajo.
Según la acusación, el propietario del terreno en el cual fue abatido Cecil no tenía cuota de caza. Según algunas informaciones no confirmadas el animal habría sido atraído fuera de la reserva con una carnada.
El león llevaba un collar GPS porque estaba siendo estudiado por una universidad.
Una semana después de la ola de indignación que generó la muerte de Cecil, Zimbabwe le declaró la guerra a los cazadores furtivos. Otro turista estadounidense fue acusado de estar implicado en la muerte de un león.
También se impusieron restricciones inmediatas para la caza de animales grandes como leones, elefantes y leopardos, que a partir de ahora está prohibida cerca de la reserva de Hwange, salvo que exista una autorización escrita de los parques nacionales. También se prohibió la caza con arco.
Criticada por muchos, la caza es una fuente importante de ingresos y genera alrededor de 40 millones de dólares al año en Zimbabwe, según la autoridad de protección de la vida silvestre y de los parques nacionales.