VRPOLJE.- El padre del rehén croata Tomislav Salopek, amenazado de ejecución por la organización Estado Islámico (EI), que lo secuestró en julio en Egipto, imploró a sus captores que liberen a su hijo.
"Ruego a la gente que retiene a mi hijo que lo dejen regresar con su familia, porque la única razón de su estancia en vuestra patria era ganar con qué alimentar a sus hijos. Nada más", confió a la AFP Zlatko Salopek en su casa familiar, en Vrpolje, pequeña ciudad del este de Croacia.
En el video colgado en internet por los yihadistas, el croata aparece arrodillado a los pies de un encapuchado que empuña un cuchillo.
Leyendo una hoja de papel, el rehén dice que será ejecutado en el plazo de 48 horas si el gobierno egipcio no libera a "mujeres musulmanas" detenidas.
El video no precisa cuándo empieza la cuenta atrás.
En el momento de su secuestro, el 22 de julio, Tomislav Salopek trabajaba para la sociedad Ardiseis, filial de la Compañía General de Geofísica (CGG), una empresa francesa especializada en la exploración del subsuelo. Ardiseis confirmó el secuestro de su empleado croata, miembro de un equipo de análisis sísmico, cuando se encontraba "de paso en El Cairo".
El padre de Tomislav Salopek también exhortó a las autoridades francesas y al presidente francés, François Hollande, a cooperar con Egipto para ayudar a liberar a su hijo "ya que trabajaba para una empresa francesa".
Padre de dos hijos, Tomislav Salopek, de 31 años, es el primer extranjero secuestrado y amenazado de muerte por la rama egipcia de EI, heredera del grupo Ansar Beit al Maqdes, nacido en Egipto en 2011 y cuya actividad se decuplicó tras la destitución del presidente islamista Mohamed Mursi por el ejército, hace dos años.
Esta es la primera vez que un croata sufre un secuestro de este tipo.
La ministra croata de Relaciones Exteriores, Vesna Pusic, llegó la mañana del jueves a El Cairo, acompañada por la esposa del rehén, y está en contacto con su homólogo egipcio.
Técnico en geodesia, Tomislav estaba contratado desde principios de enero por la empresa francesa en Egipto, pero ha viajado y trabajado mucho en el mundo árabe, contó su padre.
"Era su último día de trabajo para la empresa francesa. Se disponía a volver a casa al día siguiente", dijo Salopek.