CLEVELAND.- Los aspirantes republicanos a ocupar la Casa Blanca acusaron al magnate Donald Trump de titubeante, en la primera ronda de debates televisados de este jueves, y advirtieron que una presidencia de la demócrata Hillary Clinton sería desastrosa.
Mientras los electores se preparaban para ver a Trump y a los otros nueve principales aspirantes en la sesión de la noche -el primer gran debate de la carrera presidencial de 2016 -, los candidatos en el evento de la tarde buscaron dejar una impresión suficientemente buena para impulsarlos al primer nivel de la contienda.
En unas dos horas lanzaron duros ataques contra el presidente Barack Obama por su tratamiento del grupo yihadista Estado Islámico, prometieron duras medidas en inmigración, se alinearon con los conservadores en temas sociales y subrayaron que derogarían un acuerdo nuclear con Irán en el primer día de una presidencia del partido Republicano.
Obama y Clinton "están trabajando duro para cambiar el sueño americano por la pesadilla europea", dijo el gobernador de Luisiana (sur), Bobby Jindal, uno de los siete aspirantes que participaron en la sesión vespertina, horas antes del evento principal.
¿Los principios de Trump?
A seis meses de las primarias y por sorpresa general, es el magnate inmobiliario Trump quien tiene una ventaja incontestable en los sondeos entre los electores republicanos.
Su estilo descarado y fuera del guión ofende a algunos, pero ha distinguido a Trump en un terreno lleno de candidatos que han intentado furiosamente atraer el mismo nivel de atención.
Como se predecía, las armas apuntaron a Trump en el primero de los debates en Cleveland (noreste).
Carly Fiorina, la expresidenta de Hewllet-Packard, acusó a Trump de intimar con Clinton. Y aunque reconoció que el millonario ascendió a la punta de las encuestas porque "tocó en la rabia" que los votantes estadounidense sienten de los políticos, lo atacó por sus cambios de opinión.
"Como ha cambiado su opinión sobre la amnistía ( migratoria), seguro de salud y aborto, sólo le preguntaría sobre qué principios gobernará", preguntó Fiorina, destacando entre los mejores contendientes del intercambio.
El exgobernador de Texas, Rick Perry, se unió a la carga y acusó a Trump de no tener suficientes credenciales conservadoras, recordando los comentarios del magnate hace una década en los que expresó su apoyo por un sistema universal de salud, anatema para los republicanos.
Los candidatos, ansiosos por destacar y mejorar sus bajos niveles en las encuestas, también enfilaron contra Clinton, la exsecretaria de Estado que lidera los sondeos en el bando Demócrata.
"Ella representa un tercer periodo de una presidencia fallida", dijo el senador Lindsey Graham.
"Hasta que cambien las políticas de Barack Obama, nunca vamos a impulsar esta economía y nunca vamos a estar seguros", añadió.