BEIRUT.- El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha amenazado a Arabia Saudí y ha decapitado a un supuesto seguidor del régimen de Bachar al Asad en la provincia de Homs, en el centro de Siria, según un vídeo publicado por esta organización yihadista en las últimas horas en internet.
En la grabación, de poco más de doce minutos y cuya autenticidad no pudo ser comprobada, aparece un grupo de combatientes del EI vestidos de negro y aparentemente originarios de países del golfo Pérsico.
En ella, hablan tres portavoces del EI para dirigir "un mensaje a la gente del politeísmo, en general, y a la gente de la sunna (tradición del profeta Mahoma) de Yazira al Arab", en referencia a Arabia Saudí.
Afirman que ese país "muestra un Gobierno 'rafida'", un término empleado por los radicales para referirse a los chiíes y que significa "el que rechaza".
Además, advierten de que los atentados ocurridos en Arabia Saudí, como el registrado ayer en una mezquita, "no son más que la punta del iceberg".
"Este es un mensaje de sangre para todos los tentados a luchar contra el EI, un mensaje para los impuros que rechazan (chiíes), y lo más importante que les decimos es que su destino es como el de los cerdos y ese es el destino de los "nusairíes" (otro término para referirse a los chiíes) y los que rechazan", señalan.
Acto seguido, un presunto seguidor del régimen sirio, vestido con uniforme militar, es decapitado con un cuchillo por uno de los combatientes del EI, que al acabar coloca la cabeza de la víctima en la parte trasera de su cuerpo.
El vídeo está grabado por la oficina de información del EI en la provincia de Homs, en un lugar que podría ser en las afueras de la ciudad de Palmira.
El EI asumió ayer la autoría de un atentado suicida contra una mezquita de las Fuerzas de Seguridad de Emergencia en la provincia saudí de Asir, en el que murieron al menos 13 personas.
Este es el segundo ataque de estas características perpetrado por el EI en Arabia Saudí, después de que el 22 de mayo un suicida matase a una veintena de personas en un templo chií, en la provincia de Al Qatif (este).
En noviembre pasado, el grupo terrorista llamó a la guerra contra las autoridades de Arabia Saudí, a las que considera apóstatas, y urgió a los saudíes a rebelarse contra los chiíes de su país, la familia gobernante Al Saud y el Ejército.